ÁLVARO RÍOS ROCA*
Los seres humanos, al parecer no podemos cultivarnos para vivir en paz y armonía, a pesar de haberse desarrollado a través de la evolución y ser un “homo sapiens”, a diferencia de otros seres vivos. Empero, la comunidad científica a través del tiempo fue en contra ruta y ha ido sumando cada vez más logros a través de rigurosa investigación y desarrollo, en ciencia y tecnología. Con lo anterior hemos sido capaces de llegar a entender gran parte el universo que nos rodea y dejar de ser primates, para así poder acarrear una vida con menor sufrimiento y mayor bienestar.
Los recientes acontecimientos en Ucrania han sido une especie de gota que colmó el vaso, para poner en evidencia las odiosas diferencias religiosas, étnicas y políticas; que existen entre los habitantes del planeta. Lo anterior está ocasionando serios desabastecimientos y precios elevados, por ende, mayor pobreza y, por qué no, tal vez hasta una nueva confrontación bélica mundial.
La energía, que da sentido a la vida moderna que conocemos y nos seduce, sin duda que juega un papel fundamental en este desorden mundial actual. Europa con pánico ante cortes de energía y la posibilidad de quedar desabastecida, diésel escaso en el planeta sin el cual el abastecimiento de alimentos y bienes no es posible, protestas sociales por costos elevados de energía y hasta una muy posible recesión económica mundial.
En medio de esta confusión, esta entrega de opinión, a diferencia de las que vengo realizando hace 27 años, no estará centrada en materia energética. Se encauzará, más bien, en un tema que también me entusiasma relacionado con la ciencia y tecnología.
Se trata de las increíbles imágenes recientes que se reciben e interpretan del James Webb Telescope System (JWTS). Con esta maravilla de instrumento, ubicado a 1,6 millones de kilómetros de nuestro planeta, se visualizan claramente miles de nuevas galaxias, dantescos agujeros negros y nuevas estrellas en ondas infra rojas, que nos acercan a poder entender con mayor claridad lo acontecido en los momentos iniciales de la formación del universo que conocemos.
En los próximos meses, también podremos visualizar y tener mayor conocimiento a detalle sobre algunos planetas de nuestro sistema solar. Más conmovedor es conocer que se tendrá información sobre “exoplanetas”, sus condiciones atmosféricas y geología, que podrían sustentar vida similar a la que conocemos. Ya no serían marcianos sino exocianos u algún otro nombre. El JWTS nos arrima cada vez más a la realidad del universo y orígenes de la vida, y nos aleja de los dogmas.
El 22 de abril, la comunidad científica puso en marcha nuevamente el más grande acelerador o colisionador de partículas (LHC - CERN) ubicado en Europa. Este centro investiga lo muy pequeño, es decir las partículas subatómicas fundamentales (cuarks) y su comportamiento. Hace tiempo, el LHC ya nos dio la denominada “Partícula de Dios” (Higgs Boson) que confirmó experimentalmente cómo la materia afecta la masa para formar estrellas y planetas. Es decir, se prueba experimentalmente lo que la teoría física y matemática del “Modelo Estándar” predecían.
Ahora el remozado acelerador de partículas está colisionando protones muy cerca a la velocidad de la luz, para tener así obtener nuevas partículas subatómicas que ayuden a comprender aún mejor lo que aconteció fracciones de segundo después del big bang. Ya se han conseguido tres nuevas sub partículas exóticas.
Una máquina del tiempo que nos ayudará a entender mejor los orígenes y el futuro del universo, para lo cual ya se tiene ciertos modelos teóricos que deben probarse experimentalmente. Entender las leyes fundamentales del universo y cómo funciona es más que fascinante. Y nuevamente acercándonos a la realidad y los secretos del universo y alejándonos…
*Alvaro Ríos Roca fue Ministro de Hidrocarburos en Bolivia y es actual socio de Gas Energy Latín América
