








Ha muerto el Papa argentino. El análisis de Daniel Bosque, director de CLUBminero, sobre la década larga de un reinado reformista que coincidió con esta época convulsionada del mundo.
ESCUCHE EL PODCAST AQUÍ (3')
Ha muerto Francisco, el Papa argentino, tras 12 años y 39 días de reinado en el Vaticano. Una época que ha asignado a la Iglesia Católica en profundos cambios tras otro mandato que venía de la moneda diferente, la del ultraconservador Benedicto XVI. “Hagan lío”, decía el Papa a millones de jóvenes en Río de Janeiro o “háganse cargo”, les pontificaba al clero pedófilo de los Estados Unidos.
Hasta que le dieron las tabas a este amante del tango, fue un peregrino de cinco continentes, excepto de su Argentina agrietada, problemática y natal. En esta época de docenas de años con yapa, de papado polémico, la Iglesia cambió con Francisco todo lo que pudo, pero sobre todo el mundo cambió hacia un escenario de crisis permanentes, guerras y pandemia, cuyo reciente escalón, el del desopilante Donald Trump, no va a ser el último.
Antes tuvo a Lehman Brothers, la cuarentena que dijimos, la invasión de Ucrania, el estallido a Medio Oriente, el imperio del tiempo inestable, las explosiones de mercados, la creación de los BRICS. El Papa habló más de una vez de las acechanzas del futuro energético y del debate por el desarrollo sostenible de un planeta que explota de gente y de desigualdades.
Todos querían y muchos pudieron sacarse una foto con Francisco o cerca de él, sobre todo los empresarios, entre ellos los mineros y los energéticos, que acudían a verle preocupados por su encíclica de 2015 !"Laudato Si", que era remake de Centesimus Annus, de Juan Pablo II, pero enriquecida por los nuevos escenarios planetarios y tecnológicos
Pero lo que más preocupaba eran los ecos de este documento en los sínodos de obispos, en las iglesias, en las catedrales, en las parroquias, en las comunidades. Y por supuesto, en las prensas y en las redes, en el Norte rico de Occidente y en el BRICS. En los emergentes y sumergidos, donde falta energía, pero se produce mucha energía. Francisco, mientras tanto, fue virando y muñequeando discursos y gestos, de posiciones más ecuménicas a discursos más terminantes.
La elección por las energías renovables y la demonización de los fósiles no era un buen guiño para las petroleras y tampoco las diatribas contra el extractivismo, que para gusto de las mineras, sobre todo en este último tiempo, no venía diferenciando de explotaciones legales e ilegales. Las faenas legales de las grandes corporaciones y las ilegales de las mafias asociadas al narcotráfico y a la delincuencia.
Se va Francisco y la grey católica es una incógnita más en el mundo. “Hagan lío”, decía, y vaya si no queda líado el planeta tras el jesuita tanguero que quiso cambiar usos, costumbres y simpatías de la Iglesia, de la que fue rey y a la vez esclavo de su época.
* Director de CLUBminero
LAUDATO SI' : LA ENCÍCLICA QUE
INQUIETÓ A UNOS Y OTROS









