





Estamos donde vivió El Gran Maestro y en uno de los tantos halagos a la hoy espléndida y bicentenaria Casa de San Juan en Buenos Aires, hay alusiones inevitables al ímpetu mujeriego de su antiguo dueño. Es un lunes muy de aroma a Cuyo, que honor al viejo nombre de la arteria céntrica, hoy decadente. Entra el sol por los altos portales. A puro abril, como decían Los Hermanos de la Torre, aquí sí que aparece "San Juan en otoño y en cualquier esquina", Y está leno de mujeres, tanto que a este cronista que no es el único macho no alpha en esta movida, lo saludan más de una vez con un "bendito tú eres".
El programa sobre Mujer y Minería promete mostrar de estreno el videoclip "Aquí estoy" a propósito del documental sobre una trabajadora minera en Caleras San Juan. Las dos obras por estas horas se han subido a las redes. El director de la sede provincial, Eduardo Licciardi, dice que la casona está abierta para todo el que quiera saber de su tierra. Y no es necesario preguntar lo obvio: en el parate del mediodía habrá empanadas.
Abiertos los micrófonos, las emociones vendrán una tras otra, como los goles a Brasil. Edith Flores y su hija xxx Balero, mentoras de la Fundación "Mujer y Minería", me presentan entre otros jóvenes sanjuaninos que hicieron el clip a Giselle Aldeco y xxxxxx, quienes lee pusieron voz a la música, del breve de la historia de XXX, la minera mediagüina que en un rato se pondrá el casco de trabajo y llorará la emoción confesa de minera y madre,
Antes, Edith, una empresaria calera sarmientina de pura cepa, contará cómo fue que 27 empresas les permitieron contar vidas de la otra minería. Porque en San Juan hay dos, la metalífera y la no metalífera, que no es tan fashion y tecno, pero que pesa, sobre todo en el otro Sarmiento, el departamento del Sur sanjuanino, cuyas hijas en este encuentro son una inundación.
Una de ellas es Laura Hernández, que hizo toda la escalera en Barrick en las Comunicaciones, y hoy es además flamante presidente de Woman In Mining (WIM), el núcleo que potenciaron en la Argentina, entre otras, las Rodríguez Silvia y Mechi, Celeste González.
Es el turno de la clave femenina de Veladero, la locomotora sanjuanina. Laura Hernández dice cómo hace Minera Andina del Sol para que haya más mujeres en las alturas iglesianas. Junto a Florencia Giordano, jefa de Reclutamiento de RR.HH, una de las tantas "porteninas", o "sanjuaneñas" (porteñas que se quedaron en la provincia por la minería), dice que las mujeres treparon del 5 al al 15% desde la pre pandemia, en el padrón de 1.400 directos de la mina. Estamos lejos de nuestro objetivo, dice. Pero es más de lo que soñó Santa Bárbara Bendita, y de lo que tienen otras grandes minas sudamericanas.
El clip, es muy bonito. Es como estar en San Juan entre mates y semitas. Le sale la tonada llorona por los poros, contra toda inteligencia artificial. El break para el ágape es bajo la parra, la pérgola ampulosa hoy semi oculta el mirador desde el cual el Maestro de América, miraba el Río y la Rosada en la aldea chata..
Es empanada free. Y en la nube de palabras ganan por goleada mujer y derivadas. Entre tintos anda circulando otra joyita de la jornada, "Volver a nacer en Iglesia" el libro que trajeron Soledad Méndez y Mercedes Pagés de Relaciones Comunitarias de Vicuña, En la bella edición, 53 emprendedoras iglesianas (hoy ya son 11 más) han sumado, con la RSE del proyecto, conectividad digital y con el mundo, a sus trabajos y sus proyectos de vida.
El departamento Iglesia se prepara para otra gran ola de minería. Ojalá, piensa el cronista, no se repita la corrupción municipal y la vista gorda del poder provincial que sólo mencionaremos en este párrafo por cuestiones de buen gusto. Que unos pícaros no se vuelvan a robar los sueños y dineros que la minería supo oblar.
La sobremesa siempre cuesta para el ADN provinciano, son genes y genes a pura siesta. Siempre presente, Laura Ropolo (cordobenina, sería) cuenta el plan del Banco San Juan y del Grupo Petersen, para favorecer la inclusión e impulsar la cadena de valor y el desarrollo comunitario. Y sobre el final, aparece el ministro de Minería, Juan Pablo Perea. Se lo ve muy cómodo entre estas mujeres, reparte besos y plácemes, pide que le dediquen el libro, destaca la equidad en la minería provincial, comenzando por su cartera donde los ministros han pasado pero siempre permaneció Andrea Páez, afortunadamente.
Llega el final y hay foto de las disertantes con el busto de Domingo Faustino. "A ver, digan, Viva San Juan". Click, click, click. Parece que el pícaro dueño de casa guiña el ojo desde el mármol. Qué lindas visitas, vuelvan cuando quieran.









