La mejor metáfora de la elección en USA, salga pollo o pasta, es aquel grafitti en un restoran lituano en 2016. Donald y Vladimir, estampándose un beso a lo soviético. Antes de que el FBI destapara que las usinas de San Petersburgo y orquestas de rusos troleaban contra Hillary desde el corazón del Tío Sam.
Si finalmente gana Trump, habrá vodka libre en el Kremlin y en los BRICS+ que en estos días no acordaron la desdolarización, empujaron un poco más el mouse para el lado de las cryptos y reiteraron que el mundo unipolar ha muerto. No hace falta proclamarlo: USA tiene los tobillos averiados por los tarascones de Beijing y si se diera el Kamala Miracle también valdrá el pronóstico de días duros en la economía que concentra el mayor flujo financiero del planeta.
Para el raid electoral del Make America Great Again II , los trolls de Moscú, tienen buena parte de la faena resuelta en la X de Elon Musk, con sus 1.000 millones de posteos anti Biden.
La iglesia ortodoxa de Kiev le ha prendido velas a una causa que estaría liquidada con Trump winner. Default de fondos bélicos y a esperar la foto de la corbata roja al pie del Air Force, con Vladi, con Kim y porqué no con los dos.
En tanto, la FED es como la monarquía española, aún caminando por el fango nunca pierde la entereza y sostiene la fe. Por ejemplo, con tasas y dólar alto si lo que se viene es la desglobalización.
Siguiendo con la conjetura de si lo que viene es republicano, habrá que ver como sigue el negocio petrolero. Ucrania, las sanciones a Moscú y el gasoducto ruso-alemán NordStream II dinamitado anclaron los mejores business con Europa, donde vergonzantemente hay derechas e izquierdas que tienen el imán de Putin en la nevera. Y también desbloquearon el crudo de Venezuela, para regocijo de los balances de Repsol y Chevron.
El viejo Joe Biden, que eligió crear empleos a bajar el IPC, antes de que comenzara a lagunear, ya había olvidado de a poco la New Green Deal con la que llegó condicionado por el ala izquierda de su partido. Ha sido un cuaterno a todo gas y con una devoción tardía por los minerales críticos y estratégicos. Cuando China tiene el monopsonio de metales y metalurgias, hay muchas cosas que el dinero no puede comprar. La First Act de 2022 que promueve el valor agregado en litio y otros metales. La guerra comercial, la única que por ahora quieren los chinos, continuará. Allí, donde el desarrollo del litio enfrenta resistencias ambientales, y aquí donde hay movidas en el metal blanco y sobre todo en el cobre que darán mucho que hablar.
Hay fenómenos visibles en el planeta IA. En Chile, Italia, México, por donde se vaya mucha gente vuelve a votar. Con menos información (en el interior profundo de EE.UU. cerraron 3.000 diarios) a puro X, tik tok y streamingers. Adentro y afuera de la futura ex primera potencia del mundo, seguirán pasando cosas. Antes del COVID, la ola de revueltas en el mundo trajo a Trump, Bolsonaro y otros supremacistas blancos. A los dos se los llevó puestos la pandemia, y la inflación de Biden de un 30% en los hogares no ha sido bueno para Kamala. Trump promete, como cuando llegó la primera vez con Rex Tillerson, el ex Exxon, liberar permisos para producir más gas y petróleo. El medio ambiente y las cuotas de mercado pueden esperar.
Trump o Harris tienen otras cuitas por resolver: Israel cada vez más adentro en su túnel de guerras. Y de postre los inmigrantes, que son miles a prueba de muros y de las alimañas del Tapón de Darien. No es la primera vez que los hijos de Franklin sueñan con devolver a negros y morochos adonde mamá y papá, y las mareas humanas son la gran factura, como en Europa.
Finalmente, desde el Sur del planeta hay almas urgidas. Como en la Argentina y su gobierno cada vez más ultramontano. Su quimioterapia, como supo hacerlo Maduro, ha enfriado la actividad, pero los mercados vienen de fiesta, con el universo Vaca Muerta como puntal. Aunque un shock de volatilidad global por las urnas de USA se puede llevar puesto el banquete de pizzas, empanadas y commodities for sale.
Marchen los borradores de tuits de Gerardo Werthein para vencedores y vencidos. Congrats, and you’re very welcome!
Ojo con equivocarse, que te rajo.
*Director de CLUBminero.