La red de mujeres Women in Mining (WIM) celebró los cuatro años de su capítulo argentino con un abanico de paneles en la sede de la Unión Industrial Argentina. Un encuentro en el que volvió a exponerse la realidad del género en la actividad.
Interesante jornada en la se habló de muchas cosas que seguramente otra prensa presente sabrá contar mejor.
Si el cronista tuviera que elegir la temperatura color del evento multisexual (hubo bastante público masculino en el auditorio y en el streaming, ver más abajo instagram/live) podría decir que hubo bastante "medio vaso vacío" en los mensajes, a pesar de que el inventario de logros institucionales ha sido importante desde 2020, en el cenit de la cuarentena hasta hoy.
Esta insatisfacción, expresada desde la apertutra por la actual presidente, María Eugenia Sampalione, habla bien de las aspiraciones de WIM de ir por más con una labor que se motorizó desde el equipo de Celeste González y Panorama Minero, con el protagonismo en buena parte de esta historia de Mercedes Rodríguez y Silvia Rodríguez, entre otras tantas mentoras de la inclusión femenina que apoyaron empresas, sindicatos y asociaciones profesionales.
La todavía minoritaria participación de las mujeres en "una actividad masculinizada", como tantas veces se dijo es una insatisfacción legítima pero no debe descuidar logros importantes importantes. Así lo describieron responsables de comunicaciones de mineras Verónica Lara (Cerro Negro), Carolina Laumann (Josemaría) y Laura Hernández (Veladero), quienes describieron las vicisitudes de concertar experiencias y cobijar espacios de inclusión al interior de minas y proyectos. A tono con los tiempos, WIM montó otro espacio de mensajes el desarrollo sostenible, y la inclusión en las cadenas de valor con la siempre presente desde que volvió al llano Flavia Royon y la anfitriona de UIA, Irini Wentinck.
En los paneles moderados por los periodistas Silvia Naishstat, Sebastián Penelli y Martín Hazan se pudo escuchar este inventario de esfuerzos para sumar mujeres a la labor minera, no sólo en áreas administrativas o de RR.PP. Lo cual no es fácil como hace un tiempo describió el trabajo de campo realizado por Tay Such, Marita Ahumada y otras profesionales donde se expusieron las dificultades de las mujeres para perseverar en el trabajo minero por la modalidad de los turnos de trabajo afuera del hogar, atavismos culturales y otras condiciones arduas.
En el resto de los disertantes hubo también coincidencia en que la inclusión demanda un esfuerzo adicional de las áreas de Recursos Humanos de las mineras que tienen que adaptar pensamientos, conductas y estructuras a las propuestas de ecuanimidad. El streaming del evento:
El streaming en Instagram de WIM (al hacer click se endereza)
Hubo pocos hombres en la exposición, uno fue Eugenio Ponte, de Abrasilver, quien contó qué hace su exploradora para sumar presencia femenina. Otro fue Roberto Cacciola, presidente de CAEM quien cerró con un paneo auspicioso desde su punto de vista. El matiz más encendido fue el de Karina Viñas, quien expuso una visión más militante (que incluyó su lamento por el cierre del Ministerio de la Mujer). La riojana expuso con crudeza la alta deserción de las mujeres que acceden al trabajo en el sector.
Las y los conferencistas y el público en esta jornada express pero intensa, que no duró más de tres horas para cuatro paneles, apertura y cierre, se fueron con la idea de este progreso importante y como se dijo en un par de oportunidades, de que una vez instalado el item de la inclusión de género en la agenda, tal vez el mayor desafío de lo femenino en la labor minera es crecer más allá de la retórica y las efemérides, lo cual requiere presupuestos, ingenio, apertura mental y abandono de clisés.
A las 18, CLUBminero volvió al frío de la Avenida de Mayo (un poroto al lado del rigor de los Andes, la Patagonia o la Puna), donde el cupo masculino y el femenino pujan a la par para enfrentar esta dura crisis argentina, para todos y todas.