










El mundo respira aliviado aunque no por las mismas pasiones. Las crónicas del lunes trajeron que el Brent y el WTI no se dispararon hasta los US$ 100, y que al contrario, bajaron. Que Iran luce aislado. Que Putin y Xi les han dicho a los ayatolas que el apoyo llega hasta ahí. Que Ormuz continúa tenso pero free.
Ayer, una avioneta sobrevolaba la Estatua de la Libertad tirando de un cartel playero: la bandera de Israel y la oración "Thanks President Donald Trump". Sobre la tierra, las pizarras del NYSE lucían variopintas, como un lunes más.
Trump terminó su happy monday con el tuit de Cease-fire y una idea de enfrentamiento gentil. Casi como en aquel chiste del gallego Gila en que las mujeres generalas le preguntan a sus enemigas como irán vestidas a la batalla,
Y le ha puesto nombre y final a estos bombardeos mutuos que asustan al mundo: La Guerra de los12 días.
Sería doble de las seis jornadas que le llevó a Israel derrotar a Jordania, Siria y Egipto. Suficientes para repeler el ataque árabe y quitarle a los egipcios la Península del Sinaí y Gaza Cisjordania y Jerusalén Este a Jordania , y los Altos del Golán a Siria. Y finalmente reunificar a Jerusalem.
Todo lo que media entre las palabras y las bombas es confuso. Por ejemplo hasta donde se hizo polvo el poder nuclear iraní. Pero no importa, con esto le basta a los mercados para votar por la paz, mejor dicho para alejarse del fantasma de la guerra expandida a la que todos temen.
Sigamos viendo el Mundial de Clubes, está todo controlado.
Continuará





