CLUBminero Negocios La Nación / CLUBminero 08 de enero de 2024

Horacio Marín (YPF): El tenista que hoy vive del petróleo y el gas

Buen revés y volea. De Techint a YPF

 
SEBASTIÁN TOROK/LA NACION

Cuando Horacio Daniel Marín asumió como presidente y CEO de YPF se dirigió a los empleados de la empresa desde la refinería de La Plata, la ciudad en la que nació en mayo de 1963. Allí, marcó una conexión emocional entre lo que significa jugar en el césped británico de Wimbledon, el certamen de tenis más prestigioso del mundo, y asumir semejante rol ejecutivo en la emblemática firma nacional.

“Quise siempre jugar Wimbledon, y cuando lo logré, tuve una adrenalina que no la pude explicar. Cuando empecé en la industria energética, siempre soñé con trabajar en YPF. Era mi Wimbledon. Hoy yo siento algo que nunca sentí”, comunicó Marín a los empleados. Muchos, desorientados, se preguntaron por qué había realizado esa analogía. Pocos sabían que antes de ingresar en 1988 en Tecpetrol, el brazo petrolero de Techint que lo ocupó durante 35 años, Marín se había destacado con una raqueta de tenis como juvenil y había llegado, incluso, a competir en forma profesional.

Tenía un gran revés, superior al de Gaudio”, coincidieron cotejando el artístico golpe del campeón de Roland Garros 2004, aquellos que conocieron a Marín de pantalón corto. Se vinculó con el tenis desde los 11 años, en el club Universitario de La Plata. Se perfeccionó casi obsesivamente: a sus clases convencionales con profesor, le añadía entre cuatro y cinco horas diarias de frontón.

Arrancó ganando torneos regionales y, luego, nacionales. Encabezó los rankings de menores en el país. Empezó a entrenarse en la Ciudad de Buenos Aires, en el club Comercio, donde su entrenador fue Edgardo Topo Schapira, el hermano de Daniel Schapira, el único tenista profesional desaparecido en la última dictadura.

“El offshore puede alcanzar volúmenes similares o mayores que Vaca Muerta”

Luego se sumó al Buenos Aires Lawn Tennis Club, para el que llegó a jugar interclubes. Representó a la Argentina en Sudamericanos, compartió el camino, por ejemplo, con Roberto Argüello (más tarde jugador de Copa Davis), y, en 1981, en su última temporada como junior, se dio el gusto de actuar en Roland Garros, Wimbledon y el US Open, tres de los cuatro grandes.