Un viaje a Josemaría, el sueño del cobre de San Juan
INTERESANTE REPORTAJE SOBRE LAS INSTALACIONES Y LA DINÁMICA DEL PROYECTO CUPRÍFERO DE LUNDIN MINING
En una geografía imponente y a 4.200 msnm está enclavado Batidero, el campamento minero de Josemaría, el proyecto para extraer cobre en la cordillera sanjuanina, en Iglesia. El plan incluye una inversión de más de 4 mil millones de dólares y está en plano avance. Por primera vez el lugar abrió sus puertas para una visita del que sólo participaron mujeres periodistas y de la cual MDZ formó parte como único medio no local.
Llegar al campamento ya es en sí una experiencia, no sólo por la travesía en un camino de huella en alta cordillera, sino por cómo el organismo se tiene que aclimatar a la altura en tan solo horas.
Para tener una idea, el viaje inició desde la ciudad de San Juan a unos 640 msnm aproximadamente, pasando por la localidad riojana de Guandacol (límite entre San Juan y La Rioja), para continuar desde allí en un recorrido de unos 200 km de camino minero y luego a mitad de tramo respecto del campamento, llegar a los 3.300 msnm en el denominado Portal del Portezuelo.
Se sigue ascendiendo y kilómetros después el camino alcanza su punto más alto, La Brea, el lugar en el que la altura roza los casi 5.000 msnm, para luego descender y cerca de una hora después llegar al campamento. En total más de diez horas de viaje que, nunca más literal, resulta una montaña rusa para los sentidos.
Arribar a Batidero produce una especie de alivio, “se terminó este camino” puede ser el pensamiento. En términos prácticos representa lo que para un trabajador minero es el inicio de su vida laboral en el proyecto Josemaria, que empieza con un “check in” en la sala médica, para controlar la salud del personal, sobre todo para los que puedan presentar signos de “mal de altura” o “apunamiento” y medir los niveles de oxígeno en sangre. Esto se logra con un oxímetro de pulso que se coloca en el dedo y si los valores de saturación están por debajo del 90%, se requerirá la asistencia de una máscara de oxígeno durante unos minutos. En casos más graves además de oxígeno, se coloca suero y la asistencia dependerá de lo que determine el médico de turno.
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Las particularidades que impone la naturaleza y por una cuestión de seguridad, hacen que en el campamento se lleve adelante lo que se conoce como “solape”, el día de cambio de turno entre las diferentes empresas que trabajan allí y lo que también le da una impronta a su dinámica en altura.
Esto significa que quienes llegan al inicio de su roster hagan noche en el lugar y comiencen su día de trabajo al día siguiente, y que quienes lo finalicen y ya retornen a sus localidades de origen, hagan noche antes de partir a primera hora de la mañana siguiente. La gente que pertenece a Lundin Mining trabaja 14 x 14, es decir catorce días de trabajo por catorce de descanso, pero esto puede variar según las empresas contratistas y el área de desempeño del trabajador.
Si bien Batidero no es el campamento principal, lo es Josemaria hoy en plena construcción de su primera fase, actualmente es el corazón de la vida laboral en el yacimiento.
Rutina de altura
Juan Pablo Figueroa, jefe de Campamento, detalló que Batidero está integrado por 15 módulos habitacionales distribuidos en dos plantas y tiene actualmente una capacidad habitacional de 558 habitaciones, para un total de 1048 personas alojadas in situ. De estos módulos, dos son los que están destinados en exclusivo y en forma permanente al personal femenino.
“De manera regular la ocupación del campamento es del 70% en días normales y en días de ´solape´ que le llamamos nosotros al cambio de turno, aumenta de 700 a 780 personas más aproximadamente”, dijo Figueroa.
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El lugar tiene tres tipos de habitaciones: Categoría 1, con baño individual; Categoría 2, con baño individual, pero para compartir con dos personas; y Categoría 3, habitaciones para dos personas, pero con baños centralizados.
Los módulos constan de espacios compartidos, como el área de recreación, gimnasio y el comedor con capacidad para 300 personas en simultáneo y con cuatro servicios: El de desayuno (a partir de las 6 am), almuerzo (a partir de las 12 am), almuerzo nochero (para el turno noche y con la posibilidad de no levantarse tan temprano) y cena (a partir de las 20 pm).
También se preparan “chopas”, como le dicen en la jerga minera a las viandas para quienes por su tarea de campo utilizan menos el servicio de comedor. El caso más común es el de los geólogos y perforistas.
La actualidad de Josemaría
Este año Lundin Mining proyecta gastos de capital por unos US$ 400 millones para respaldar el avance del proyecto Josemaría. Esta inversión solventará principalmente la continuación de la ingeniería de detalle, la adquisición de equipos de largo plazo y actividades previas a la construcción tales como mejoramiento de caminos y trabajos geotécnicos, precisó Carolina Laumann, al frente del área de Comunicaciones de Josemaria.
La disposición responde al desarrollo del proyecto en 2022 que, entre sus principales hitos está la concreción de 31 mil metros de perforación y avances significativos en la construcción del campamento principal Josemaria, el que albergará a más de 4 mil personas durante el pico de construcción de la mina.
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La construcción de este campamento consta de cuatro fases; actualmente en desarrollo la primera etapa de ellas con proyección de ser culminada a fines de abril. “La primera etapa es la de las 1250 camas y en principio la intención es contar con 488 camas habilitadas, esto también comprende la construcción de las áreas comunes como comedor, cocina, sala de esparcimiento y gimnasio. Las 488 camas ya las tenemos, pero necesitamos de los permisos de habitabilidad que otorga la Dirección de Planeamiento y Desarrollo Urbano que otorga la provincia, se trata de los permisos sectoriales”, explicó David Delgado, gerente del área Construcciones. El experto destacó la realización este año de la campaña geotécnica y toda la información que de allí se desprende, la que se extenderá por ocho meses y abarca estudios sobre la zona de implantación de la futura planta y también la ingeniería para la fundación de las siguientes etapas de edificación del campamento.
En este contexto el mantenimiento de caminos también resulta clave. De sus buenas condiciones depende la seguridad de quienes lleguen al yacimiento. Lo mismo es válido para los caminos internos, de gran importancia por la conectividad interna con el campamento y porque cuando todo esté listo, serán los que permitan el ingreso de los principales contratistas para la construcción de la planta.
En el mantenimiento del camino principal de ingreso al yacimiento, al que en el lugar ya denominan como “Corredor Norte”, trabaja una contratista con 34 personas y 26 equipos entre motoniveladoras y palas cargadoras. “Podemos denominar a este camino como bipolar, porque una cosa son los trabajos de verano en donde los primeros 110 kilómetros son duros por las lluvias y crecientes, para cambiar entre abril y mayo por el viento, la nieve y el hielo”, describió Mauricio Palacios, superintendente de Obras Civiles y Caminos.
Por su parte Fernando Cola, al frente del área de Ambiente, y el geólogo Martín Tami, del área de Operaciones y Construcciones; fueron los expertos que acompañaron in situ al contingente en el recorrido del yacimiento de Josemaria. Ambos brindaron detalles sobre cómo se extraerá el mineral, su proceso y disposición final.