El grafeno, la solución para producir GH2 desde el mar
RAMÓN ROCA
En su investigación sobre ingeniería del tejido óseo, la Dra. Marta Cerruti ha trabajado durante años con grafeno, una sola hoja de átomos de carbono con propiedades increíbles: conductividad eléctrica y la capacidad de soportar un peso tremendo. Ahora, su búsqueda por mejorar sus cualidades ha abierto la puerta a una posible solución a uno de los retos de producir hidrógeno a partir de agua de mar.
Cerruti, profesora de ingeniería de materiales en la Universidad McGill, explicó que si bien el grafeno es estructuralmente sólido, “una hoja de átomos no es algo con lo que puedas trabajar fácilmente”. De hecho, amontonar las hojas da como resultado, básicamente, la mina de un lápiz.
En busca de una forma de hacer una estructura fácil de manejar, la estudiante de doctorado de Cerruti, Yiwen Chen, combinó grafeno con oxígeno en una suspensión con agua para crear óxido de grafeno reducido (GO), un andamio poroso, tridimensional y conductor de electricidad. Cerruti sugirió una modificación adicional, con hojuelas de GO apiladas en las paredes de los poros, “lo que nos permitió explotar otra propiedad interesante de GO: crea una membrana que permite el paso del agua pero no de otras moléculas”.
Gabriele Capilli, Marta Cerruti y Thomas Szkopek (de izquierda a derecha), en su laboratorio de la Universidad McGill.
Electrólisis
Cuando solicitó a su equipo sugerencias sobre la mejor manera de probar el nuevo andamio, Gabriele Capilli, becaria postdoctoral en su laboratorio, sugirió la electrólisis de agua de mar, un proceso similar a otros en los que trabajó mientras hacía su doctorado. Resulta que el nuevo “andamio selectivo” de GO tiene el potencial de mejorar el proceso de producción de hidrógeno a partir del océano. Los hallazgos del equipo se publicaron recientemente en la revista ACS Nano.
En la electrólisis convencional, los iones de cloruro en el agua de mar penetran en el electrodo e interactúan con el catalizador, creando iones de hipoclorito, un subproducto no deseado que envenena el catalizador, explicó Cerruti.
Usando imágenes de contraste de fase de rayos X en Canadian Light Source en la Universidad de Saskatchewan, Chen confirmó que el andamio de GO tenía la estructura correcta, con poros de GO cerrados que encierran nanopartículas de óxido de cobalto como catalizador. “Vimos lo que queríamos ver”. Las pruebas electroquímicas realizadas en el laboratorio del colaborador Thomas Szkopek (ingeniería eléctrica, McGill) confirmaron que el andamio funcionó como se esperaba para bloquear los iones no deseados.
“La gente ha intentado varias cosas para evitar la entrada de cloruro, pero nadie pensó en la idea de que al usar el GO, el electrodo en sí, toda su arquitectura, podría prevenir la oxidación del cloruro que produce hipocloritos”.
El próximo desafío, dijo, será escalar para producir en masa la membrana GO. Pero cuando eso se soluciona, “hay muchas posibilidades. Esto podría usarse para otras reacciones en las que no desea la interferencia de ciertas moléculas. Todo dependerá de tu imaginación”.