La nueva oportunidad del uranio argentino
El uranio se posiciona como el nuevo protagonista del sector minero. La renovada atención a la energía nuclear y los movimientos geopolíticos globales son algunos de los factores que impulsan el renovado interés por este recurso estratégico. Aunque hay avances en provincias como Mendoza y Salta, la mayor concentración se encuentra en la Patagonia, especialmente en Chubut. Si bien el presidente Javier Milei acompaña con entusiasmo, los desarrollos aún están en etapas iniciales.
Tras varios años, el uranio volvió a instalarse en el debate nacional. El 20 de diciembre de 2024, durante una alocución en la Casa Rosada, Milei presentó el Plan Nuclear Argentino, con el objetivo de desarrollar reservas que abastezcan la demanda local y posicionen a la Argentina como potencial exportador.
Las condiciones actuales resultan favorables para el impulso de esta industria. Según el diario El País, el precio del uranio se multiplicó por cinco en los últimos cinco años.
Un informe de 2016 elaborado por la entonces Subsecretaría de Desarrollo Minero de la Nación indicó que el país cuenta con “recursos razonablemente asegurados” (RAR) por 10.980 toneladas de uranio (tU), y 20.705 tU de recursos identificados, sumando un total de 31.685 tU. Las reservas se distribuyen en Sierra Pintada (Mendoza), Cerro Solo, Laguna Colorada y Laguna Salada (Chubut), y Don Otto (Salta).
A ese inventario se suma el proyecto Amarillo Grande en Río Negro, recientemente adquirido mayoritariamente por el grupo del empresario Eduardo Eurnekián, justo antes del anuncio del plan nuclear.
La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) tiene previsto concretar convenios con empresas mineras antes de 2026 para reactivar la producción de uranio. Otro de sus objetivos es recuperar la capacidad de enriquecimiento, según expresó el titular del organismo, Germán Guido Lavalle, en un mensaje por el Día Nacional de la Energía Atómica.
“Sabemos bien dónde hay uranio. Entre los proyectos posibles, están la reactivación de Sierra Pintada y avanzar en la factibilidad de Cerro Solo”, sostuvo Lavalle.
Uranio chubutense
El gobernador Ignacio Torres, analiza opciones para enfrentar el declive de la producción petrolera tradicional en su provincia. En busca de nuevos ingresos genuinos, impulsa el retorno de la minería de uranio. Para alcanzar la compleja “licencia social” que habilite la explotación en la meseta, trabaja en sintonía con el Gobierno Nacional, la CNEA y YPF.
“Contamos con recursos uraníferos en un contexto único, donde la revolución tecnológica global disparó la demanda de industrias electrointensivas; tenemos la responsabilidad de actuar con seriedad y no cometer errores del pasado”, dijo Torres en la cumbre Energía Chubut 2050 – Tierra de Futuro.
Proyectos y más
La actividad minera de uranio en Argentina se interrumpió en 1995 con el cierre de Sierra Pintada en Mendoza. Hoy, la CNEA busca reactivar esa producción mediante acuerdos con empresas privadas, en yacimientos donde posee derechos, como el mencionado en Mendoza y Cerro Solo en Chubut.
Según la Secretaría de Minería, dependiente del Ministerio de Economía, en la Patagonia hay 14 proyectos uraníferos en curso. En Neuquén se desarrollan tareas de prospección. En Río Negro se destacan Amarillo Grande (evaluación económica preliminar), Catriel U ISL (exploración inicial), y Kaia y Lucho U (prospección). En Santa Cruz, el proyecto Meseta Sirven U se encuentra también en etapa inicial.
Chubut encabeza la lista con los yacimientos más relevantes. Cerro Solo, el más grande del país, podría abastecer las centrales nucleares argentinas y generar excedentes exportables. Los proyectos en esa provincia están distribuidos entre exploración avanzada (Laguna Salada, Cerro Solo, Laguna Colorada, Meseta Central), evaluación económica preliminar (Laguna Salada), exploración inicial (Arroyo Perdido) y prospección (Hope, Lago Seco, Sierra Cuadrada).
En Salta, la mina Don Otto operó entre 1963 y 1981 en el valle del río Tonco, hasta su cierre durante la última dictadura. En 2007 se evaluó su reapertura, pero el plan no prosperó. En ese entonces, se preveía una producción anual de 30 toneladas.
Por su parte, Blue Sky Uranium anunció recientemente el hallazgo de uranio en el Proyecto Corcovo, en Malargüe, confirmando investigaciones históricas de la CNEA.
La campaña de perforación en el depósito Ivana, en Río Negro —que contiene uranio y vanadio— avanza dentro de la etapa de Evaluación Económica Preliminar. Se espera que, de mantenerse el ritmo actual, la mina esté operativa en un plazo de dos a tres años.