La creación de Vicuña Corp para desarrollar la integración y desarrollo de Josemaría y Filo del Sol y el recuerdo del terremoto de 1944,
por Daniel Bosque, director de CLUBminero.
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DANIEL BOSQUE*
El tema del día, sin duda, es el terremoto minero que ocurrió en San Juan, porque BHP, el gigante de la minería mundial, ha concluido finalmente su ingreso rutilante en la industria minera argentina de la mano de Lundin, como ya se había anunciado en el preacuerdo.
Ya se respira a partir de esta conclusión, el ensamble de Josemaría con Filo del Sol, el primero, ya tenía todo para la construcción de la mina, menos el dinero, y Filo que había sido un suceso en los mercados en el último quinquenio a caballo de los miles y miles de metros de perforación y exploración.
Lundin tiene mucho más en la nevera del binacional Distrito Minero Vicuña, antes constelación, porque viene alumbrando con mucha fuerza Lunahuasi, que, como dicen los mineros, es "algo grande, pero grande, grande", y también los helados, que siempre ha tenido su consolidación del lado chileno.
El matrimonio BHP-Lundin es una operación que de pique, de membresía, obtuvo US$ 690 millones, pero que importa un compromiso por muchas más inversiones y gestiones para fondear y financiar en los mercados mundiales. Por el momento adoptó la lógica marca de Vicuña Corp, que ya se conoce, ahora tiene toda la parafernalia a partir de hoy de redes sociales, plataformas y membretes. Y ha puesto al frente de la unión y desarrollo de este nuevo proyecto, de este ensamble, como decimos, a Dave Dicaire.
Dicaire es un veterano de cuatro décadas a que muchos en San Juan y en ambos lados de la colillera ya lo conocen, porque es un experto en maduración de proyectos y en construcción de minas, un gran mapeador y caminador de Sudamérica, nos decía un colega de él esta mañana. Es un setentón y es un ejemplo de que en tiempos de la inteligencia artificial la veteranía ad hoc cobra por ventanillas.
Hay cosas de las efemérides. El sábado 15 de enero de 1944 a las 20.45 fue aquel terremoto que barrió con la capital de San Juan. Muchos lo recordaban en estas horas. El ya desaparecido abogado Hugo Guillermo Bosque, a quien he conocido bastante, en su trabajo "El Río Jáchal y sus aguas salobres", recordaba que dos días antes del sismo el interventor militar David Uriburu recibió el informe de la expedición Palmero- Rovira, quienes al lomo de mula fueron recopilando muestras sobre el boro, el arsénico y otras cosas malas que trae el Río Jáchal, el segundo río de San Juan desde sus primeros arroyos en Catamarca. Justamente en el Norte sanjuanino está el cobre, el oro y la plata que hoy destellan en la minería mundial.
Y a este gobierno de hoy de Marcelo Orrego le toca el reto de diseñar el futuro con este volumen inédito de explotación minera en un nuevo formato que tendrá gran impacto ecológico, social, económico, de infraestructura, financiero y fiscal para esta generación de sanjuaninos y sucesivas. Este tsunami del cobre y minerales estratégicos llega en vísperas de la segunda era de Donald Trump, quien con su factotum Elon Musk invitan al planeta a sortear pasos y cerrar miradas con la transición energética y la electromovilidad puestas en su cámara GoPro selladas en la frente.
En este rincón del mundo lleno de recursos minerales el intríngulis sanjuanino es otro, es más primario. Es como montar este elefante rojo sin que pisotee el basal que abre todos los días. Cómo hacer para que el disfrute de las mieles mineras no quede solo en la troika de proveedores de consultores y afines.
Después de 20 años de gran minería, justo es lo que cumple el vecino iglesiano Veladero, de Barrick este año, el cobre de Vicuña viene operado y sus rentas mejor distribuidas deberían traer a San Juan un rosario de balances para disfrutar y no un inventario para lamentar.
Bienvenido el cobre y las horas y horas que habrá que pensar y trabajar para transformarlo en una bendición.
*Director de CLUBminero
