"Se fue Carlos Ramos, sinónimo de Taca Taca", nos avisan desde Salta sus amigos y hacedores como él de la minería en la provincia.
Hace un puñado de horas, Elisa, la eterna compañera de Carlos, nos contaba que el desenlace era tan triste como inminente. En las redes están sus fotos, abrazada al gigante tierno, como deteniendo el tiempo.
La noticia de la muerte de Carlos Ramos amarga la Navidad de la minería argentina. No verá, desde esta dimensión, cumplirse su sueño de la construcción la gran mina de cobre de First Quantum, por lo que tanto luchó.
Esta partida nos privará de escuchar su voz cálida y su pensamiento claro desde las alturas. Desde su despacho, en la Cámara de Minería que supo conducir, en cualquier foro o café.
No nos costó encontrar una foto para ilustrar este aviso lleno de pesar. Ahí está incansable, como cientos de veces y micrófono en mano, pregonando su pasión minera.
Hasta siempre Carlos. Los mineros te van a extrañar. Descansa en paz.
Será velado hasta las 14 de hoy en Sala G de Pieve.