Acuíferos: En San Juan se triplicó la contaminación
NET ZERO13 de noviembre de 2024 DIARIO HUARPE/CLUBMineroEn 35 años, se triplicó la contaminación
del acuífero del Valle de Tulum
ALEJANDRO PELLEGRINUZZI/
DIARIO HUARPE
Así lo revela un reciente informe del Instituto Nacional del Agua (INA - CRAS). En los márgenes de cuenca se registra un nivel alto de salinización, y en las zonas de urbanización y fertilización agrícola, los niveles de nitrato se triplicaron en relación con la década del 80.
En el medio de la crisis hídrica que vive la provincia de San Juan, un reciente informe del Instituto Nacional del Agua (INA-CRAS), al que DIARIO HUARPE tuvo acceso, revela que el nivel de contaminación del agua subterránea del Valle de Tulum se ha potenciado y expandido en los últimos 35 años.
Un problema que, a futuro, si no se toman medidas urgentes, podría repercutir directamente en el servicio de agua potable, ya que el 55% del recurso vital que consumen los sanjuaninos proviene de la reserva de agua dulce bajo tierra o subsuelo (acuífero).
“La contaminación, en los últimos años, ha aumentado considerablemente y es muy preocupante”, aseguró a DIARIO HUARPE la bióloga Romina Battistella, responsable del laboratorio de hidroquímica del Instituto Nacional del Agua (INA-CRAS).
Según contó la investigadora, el estudio comenzó en agosto del año pasado, después de la sequía histórica (período 2021–2022) que sorprendió a los sanjuaninos y que se considera la más impactante del siglo.
El estudio se completó en noviembre de 2022, y el primer informe se obtuvo en enero de 2023.
“De los datos obtenidos, podemos inferir que los altos niveles de contaminación encontrados derivan de diferentes fuentes: el crecimiento poblacional, la gran cantidad de pozos negros en el Valle de Tulum, la fertilización agrícola y el complejo cuadro de la crisis hídrica que afecta a la provincia”, precisó la científica.
A partir del preocupante registro hídrico presentado en 2021, el Departamento de Hidráulica de la provincia solicitó al INA realizar estudios en los acuíferos de Jáchal, Ulum-Zonda y, principalmente, en el del Valle de Tulum, para conocer no solo los niveles estáticos de los acuíferos (es decir, a qué profundidad está el agua subterránea), sino también para estudiar la calidad del recurso que consume la mayoría de los sanjuaninos.
Apoyándose en los datos obtenidos, Battistella confirmó que la situación es bastante complicada y preocupante. “La contaminación encontrada es significativa y se ha expandido en los últimos años”, dijo. “Hemos notado cierto nivel de salinización en muchos sectores, especialmente en los márgenes de cuenca. Y en las zonas de urbanización y fertilización agrícola, hay un incremento en los niveles de nitrato que triplica los valores de la década del '80”.
El último estudio con este nivel de detalle se hizo en 1988, es decir, hace 35 años.
¿Qué es el nitrato?
Es un compuesto que se genera a partir de la descomposición de la materia orgánica. Las fuentes más frecuentes de contaminación por nitrato son los pozos negros y la fertilización agrícola.
“Naturalmente, las aguas tienen menos de 10 miligramos de nitrato por litro”, explicó Battistella. “La Organización Mundial de la Salud y el Código Alimentario Argentino establecen un límite máximo de 45 miligramos por litro para el agua de bebida. En San Juan, hemos encontrado niveles que superan seis veces las concentraciones naturales de agua.”
Sobre el acuífero del Valle de Tulum vive más del 85 por ciento de la población sanjuanina
Monitoreo por acuífero
El estudio se realizó en casi 500 perforaciones que extraen agua de los tres acuíferos: el de Jáchal, el de Ullum – Zonda y el del Valle de Tulum.
Acuífero del Valle de Jácha: monitoreo se hizo en 42 perforaciones (37 para medir los niveles estáticos y en 17, la calidad de agua).
Según el estudio, el nivel de agua del acuífero de Jáchal ha descendido 2 metros en promedio desde 2017 hasta la fecha. Las conductividades se mantienen altas, sin mayores variaciones. Además, se ha encontrado presencia de valores de nitrato y boro que exceden los límites permitidos en perforaciones para el abastecimiento de agua de consumo.
Acuífero Ullum - Zonda: monitoreo 46 perforaciones (26 para la red de monitoreo, 37 para niveles estáticos y 29 para la calidad del agua).
Los niveles de agua en el acuífero Ullum-Zonda son variables, según el departamento y los puntos cardinales. En el oeste de Zonda, el agua subterránea se encuentra a 56,6 metros (nivel máximo), mientras que en el este se encuentra a 3,6 metros (nivel mínimo).
En Ullum, el nivel máximo de agua se halló a 61 metros (en la zona oeste), y el mínimo, a 13,2 metros (en la zona este).
En cuanto a la calidad del agua, en Zonda se observa un aumento de las conductividades eléctricas (salinidad) en todo el valle, mientras que en Ullum se detectan valores extremos de nitrato en el norte del valle.
El acuífero del Valle de Tulum es el más complicado de los tres.
La red de monitoreo en los 13 departamentos se realizó en 403 pozos (146 para la red de monitoreo, 161 para niveles estáticos y 243 para la calidad del agua).
En el acuífero del Valle de Tulum, se observa que el nivel de agua ha descendido, en promedio, 2 metros en comparación con 2017.
Se ha registrado un aumento de las conductividades eléctricas (salinidad) en todo el valle y la presencia de valores extremos de nitrato.
Alerta Naranja
Los datos arrojados por el informe encienden las alarmas, especialmente para los departamentos del Valle de Tulum. Es que, más de la mitad del agua que consume la sociedad sanjuanina, proviene de perforaciones de agua subterránea.
“Ante esta realidad, OSSE (la empresa estatal que se encarga de distribuir el agua potable en la provincia) ha tenido que profundizar las perforaciones a más de 250 metros para buscar agua de mejor calidad. Sin embargo, es una solución que tiene un límite, porque si la carga contaminante continúa, OSSE no puede hacer perforaciones de 1.000 metros. Además, esto deprimirá aún más los niveles estáticos de las aguas subterráneas, con todas las consecuencias que eso implica”, dijo Battistella.
Al no recargarse los acuíferos por la crisis hídrica, las aguas residuales de los pozos negros, de las industrias y la agricultura se infiltran al subsuelo con mayor preponderancia y terminan contaminado las reservas subterráneas.
"Cuando uno ve los mapas de evolución de contaminación de aguas subterráneas, observa que a medida que la frontera de la urbanización fue aumentando y que el acuífero no se fue recargando, la frontera de la contaminación de nitratos fue aumentando", apuntó Battistella. (ver foto de los mapas de evolución).
¿Por qué es preocupante la contaminación por nitratos?
El nitrato, como contaminante, reemplaza al oxígeno en la sangre, lo que provoca una condición conocida como anoxia, es decir, la falta de oxígeno en la sangre.
“Hay una enfermedad llamada metahemoglobinemia que afecta a los lactantes”, explicó la bióloga del INA. “A esta enfermedad se le denomina la enfermedad del niño azul porque, al no tener oxígeno en sangre, se produce anoxia en los tejidos”.
"Además, el nitrato está muy vinculado con determinados tipos de cáncer y enfermedades oncológicas".
La situación por departamento
Según la investigación, en la zona de Capital hay una disminución notable en la concentración de nitratos en comparación con los estudios de la década del 80. Esta disminución se relaciona con la mayor conectividad de los domicilios al sistema cloacal en los últimos 35 años. Sin embargo, la realidad es diferente en los departamentos de Rivadavia, Rawson, Pocito y Santa Lucía, los cuales están muy comprometidos en cuanto a la contaminación, debido a que la mayoría de los domicilios no tienen conexión a las cloacas.
El más comprometido
Pocito lidera los departamentos con mayor concentración de nitrato, especialmente en la Villa Aberastain, donde se han encontrado 190 miligramos de nitrato por litro de agua. Esto representa 19 veces la concentración natural que se puede encontrar en el agua y más de 4 veces el límite permitido por la Organización Mundial de la Salud y el Código Alimentario Argentino.
“Si seguimos contaminando el acuífero, estaremos consumiendo agua con altos niveles de nitrato, y las enfermedades aumentarán... Las condiciones y la calidad de vida de todos nosotros se complicarán”, concluyó Romina Battistella, bióloga, investigadora y responsable del Instituto de Laboratorio de Hidroquímica del Instituto Nacional del Agua (INA-CRAS).
Posibles soluciones
+ Una solución a corto plazo podría ser, a nivel estatal, facilitar créditos a las familias (según sus ingresos) para que puedan conectarse a las cloacas, ya que no todas tienen la misma capacidad para afrontar los costos de una conexión.
+ Por otro lado, como ciudadanos y miembros de la sociedad, es importante ser más conscientes del uso del recurso agua. En este punto, se sugiere el autocontrol para no derrochar el recurso vital, ya que el desperdicio de agua recarga el pozo negro, que a su vez contamina el acuífero subyacente a cada una de las viviendas.
+ Por último, cuando la disponibilidad de agua acumulada en los diques lo permita, es necesario liberar parte de ese volumen (lo que se conoce como caudal ecológico) no solo para recargar los acuíferos, sino también para mantener los ecosistemas circundantes a orillas de los ríos.
Derribando mitos
A pesar de que muchos creen que el agua desperdiciada en el proceso de distribución y riego agrícola contribuye a la recarga del acuífero, esta es una idea falsa y sin fundamento. El agua que se infiltra no sólo está salinizada, sino que también contiene residuos de fertilizantes y agroquímicos, lo que la convierte en un recurso con alta carga contaminante.
Dato 1
Al no recargarse los acuíferos, el lavado natural no se produce, y la contaminación tiende a expandirse y acumularse en las zonas más bajas, de acuerdo con el escurrimiento natural de las aguas subterráneas de cada acuífero.
Dato 2
La remediación y el saneamiento de un acuífero contaminado podrían llevar un período aproximado de 100 años, siempre y cuando se realice la recarga del mismo de forma permanente.
Dato 3
En el próximo estudio, el INA analizará la presencia de metales pesados en los acuíferos, que también se encuentran en los efluentes domiciliarios e industriales.