Salta tiene sólidos motivos para celebrar y conmemorar el Día de la Minería, cada 7 de mayo, una fecha que se ha integrado en el calendario cultural, arraigándose con cada nueva inversión y cada puesto de trabajo que la minería genera. Y es que la Provincia tiene con qué. Resulta que en lo últimos años se realizaron grandes inversiones de empresas extranjeras y nacionales, y vimos subir y bajar camionetas a nuestra Puna, camiones, aviones, y en alza una suma incalculable de puestos de trabajo, que hoy ya registran arriba de los 6 mil.
La vedette del Litio, la joya dorada de Lindero en Tolar Grande, el constante protagonista Borato, y otros proyectos metalíferos en desarrollo, están transformando el estatus de nuestra querida provincia.
El 7 de mayo, recordemos, se conmemora anualmente el Día Nacional de la Minería en honor a la aprobación de la primera Ley de Fomento Minero, conocida como el "Reglamento de Mayo", durante la histórica Asamblea General Constituyente de 1813. Esta ley marcó un hito crucial al promover el desarrollo industrial minero.
Desde sus orígenes, se comprendió que los recursos minerales bajo nuestro suelo poseen valor potencial solo cuando se extraen y se utilizan, caso contrario valen cero. El Reglamento de Mayo reflejó los principios que guiaron a nuestros primeros gobiernos patrios hacia la promoción del desarrollo económico a través de la industria minera.
En 1825, en un acto audaz y visionario, el Gobierno de Salta bajo el liderazgo del general Álvarez de Arenales promulgó una ley que reconocía a la minería como un sector vital de la economía provincial. Esta ley otorgaba derechos de explotación minera a cualquier persona, garantizando protección a los inversionistas locales y extranjeros por treinta años.
Posteriormente, con la entrada en vigor del Código Minero redactado por Enrique Rodríguez en 1887, se establecieron las bases legales para la adquisición y pérdida de derechos mineros, marcando un alejamiento definitivo de las antiguas normativas coloniales.
La Ley de Inversiones Mineras, aprobada hace treinta años, fue otro hito importante al proporcionar estabilidad a los inversores, aunque lamentablemente ha enfrentado desafíos debido a cambios imprevistos en políticas fiscales y comerciales.
Hoy en día, la minería en Salta ha evolucionado significativamente, con proyectos como Lindero y otros 23 en cartera, especialmente atractivos en el sector del litio. La provincia ha experimentado un crecimiento notable en empleo minero, lo que la posiciona como líder en el noroeste argentino.
Tenemos motivos, pero también desmotivantes; ya que este progreso también plantea desafíos, como la necesidad de mejorar la infraestructura en la región de la Puna, fortalecer la educación técnica en minería y promover el desarrollo de proveedores locales.
Tampoco podemos cantar victoria, ya que el abrupto descenso en los precios internacionales del litio está obligando a la mayoría de los proyectos a reducir drásticamente su ritmo de inversiones.
Debemos ser cautelosos ante esta situación, dado que los proyectos enfrentan una caída significativa en el precio del litio. A principios de 2023, el carbonato de litio se cotizaba por encima de los US$ 75.000 por tonelada, pero para el 2024, estos precios han caído a alrededor de US$ 13.500 por tonelada, representando una disminución del 82% en tan solo 365 días.
Por ello, en esta fecha conmemorativa, reflexionamos sobre el progreso de la industria minera a nivel nacional y global. Para consolidar este crecimiento, es fundamental proteger y fomentar esta actividad que promete convertir a Salta en una provincia aún más próspera, sabiendo que factores como el precio del mineral pueden afectar esta perspectiva gravemente.
*Diplomado en Derecho Minero, Regulación y Gestión Minera; y temas ambientales