(Exclusivo) Garzón: "En Bolivia, la minería informal arrasa con todo"
MINERÍA01 de abril de 2024Daniel Bosque*POR QUÉ ESTA ENTREVISTA
El mapa minero latinoamericano viene mutando, no siempre hacia rumbos de sustentabilidad y desarrollo. Es el caso de Bolivia, donde la actividad artesanal o informal está lejos de ser “minería ilegal” y en cambio viene siendo protegida por el gobierno hasta convertirse en dueña y señora de inmensos territorios.
De este fenómeno, además de cómo está la otra minería, la formal, y litio del que tanto se habla y tan poco produce, hablamos con Dionisio Garzón, una voz autorizada de la minería boliviana y columnista habitual de nuestra publicación.
"La minería informal hoy es la mitad del total de Bolivia"
Dionisio Garzón, ex ministro de Minería de Bolivia, advirtió que la actividad informal ya controla casi la mitad de la minería boliviana, con graves consecuencias ambientales y de acoso a la inversión sustentable. En una entrevista exclusiva con CLUBminero, Garzón dijo que “sólo le queda hoy una operación a cielo abierto de clase mundial y cinco minas formales minerales de plomo, plata, zinc”. Al mismo tiempo, repasó la actualidad del litio boliviano, un mineral abundante pero aquejado por el abundante magnesio y políticas que ahuyentan la inversión"
#Podcast: Garzón y su escaneo de la minería en Bolivia:
“La minería boliviana está en crisis por el crecimiento inconmensurable de la minería informal y por la reducción de los proyectos mineros formales. La minería informal controla el 46% del valor exportable de la producción minera, se dedica exclusivamente a la explotación estacional, de las llanuras aluvionales auríferas del Noreste”, subrayó.
Garzón explicó que la legislación minera “califica a las cooperativas como operaciones de subsistencia. Más de 500.000 personas explotan oro aluvional, este sector tiene un gran poder político y el control total de las operaciones en la selva pre-amazónica y amazónica”.
“Como no hay un control adecuado del Estado, todo el que quiere entra a la zona, se asocia a una cooperativa con un contrato verbal o escrito entre un operador, el cooperativista, y el capitalista que normalmente son chinos, colombianos, hindúes, etcétera. Acuerdan los porcentajes que gana el capitalista y el operador”, dijo Garzón a CLUBminero.
“El sistema cooperativo sólo paga regalías mineras que equivalen al 2,5% del valor exportado, le queda cooperativista y a su socio una suma bastante grande. Este es un negocio muy rentable que compite pues eficazmente con la minería legal, que además de las regalías paga impuestos a las transacciones, impuestos a las ganancias, a la transferencia de capitales, IVA y otros”
“Quienes financian a las cooperativas son aventureros, no inversionistas, que se asocian a una cooperativa, que es la mejor opción con la política actual para ganar dinero en Bolivia. Con la afectación al medio ambiente y la salud”, destacó Garzón
“Es una tragedia y en esta crisis a la minería formal sólo llegan algunas compañías junior. Pero se encuentran con el sistema jurídico, una camisa de fuerza que ahuyenta al capital extranjero y nacional. Porque se pagan todos los impuestos y las tierras fiscales tienen las mejores zonas mineralizadas. La ley minera dice que la Corporación Minera de Bolivia tiene derecho a una participación mayoritaria de las utilidades brutas de los proyectos minero. Es decir, hay que pagarle el 51% al Estado como un plus, una regalía sobre la utilidad bruta de un emprendimiento en área fiscal, lo cual ahuyenta cualquier inversión”, añadió.
EL LITIO "MUY ATRASADO"
“En el litio, hasta hoy, predominan en Bolivia el Estado y su burocracia. Se ha invertido unos US$ 1.000 millones en los salares Uyuni y Coipasa. Y lo que tenemos es una planta piloto de carbonato en litio en Uyuni con tecnología de los años ‘70 y una licitación para el capital extranjero con convenios gobierno a gobierno, que está tratando de entrar en los salares de Pastos Grandes, Coipasa y otros en el Altiplano y en la Puna” explicó Dionisio Garzón.
“Estamos muy atrasados, porque nuestra producción de carbonato en litio es a nivel piloto. Unas 3.000 ton/año, con una recuperación de 18 y 20% con el método actual, inviable con los actuales precios”, dijo el ex ministro boliviano.
“El gobierno invita a todo el mundo. Le dicen estamos interesados en el salar, vienen, y presentan un plan para hacer pilotaje. hasta que estos proyectos lleguen a predesarrollo o preingeniería de un proyecto de extracción pasarán cinco años. Esa es la diferencia que hay con Argentina o Chile. Un gran problema es la abundancia de magnesio Sí, hay soluciones con la extracción directa, pero es una técnica todavía en etapa de laboratorio. Las plantas no se han hecho más allá de pilotaje en ninguna parte del mundo. En los laboratorios hubo recuperaciones de carbonato de litio con 95% obviamente, pero habrá que ver que ocurre con el pilotaje en Uyuni y de Coipasa" señaló.
Garzón consideró también que “aunque ahora el magnesio está dentro de los metales críticos y hay una manera de extraerlo paralelamente a la extracción de litio. El gobierno invitó a seis empresas chinas y rusas, y hay 20 de Europa y Canadá que vendrán en los próximos meses a hacer pilotaje. No sé cómo controlarán, cómo harán la estrategia, pero de todas maneras hay maneras de solucionar la baja ley de litio y la alta ley de magnesio sobre todo en Uyuni”
“Todo se soluciona técnicamente, lo más difícil es que hay una política que ahuyenta la inversión privada, como pasa en los proyectos de plomo, zinc o cobre. Hay exploraciones de cobre con resultados positivos de perforación a diamantina. Pero necesitamos una participación a lo sumo del 15/ 0 por ciento o ese proyecto no va".
"Hay seis proyectos en evaluación preliminar económica (PEA), entre ellos Alcira, cerca de Potosí, una cooperativa a la que si no le dan el porcentaje que pide, tiene parado este megaproyecto de mucha plata, zinc, plomo y oro en la parte superior", dijo.
"En Oruro y La Paz hay dos proyectos de cobre con oro, también en evaluación preliminar, queriendo entrar a la factibilidad, pero todos tienen esa traba que es cómo manejar la licencia social, cómo llegar a un acuerdo en la consulta previa e informada con los pueblos nativos. En vez de ser un beneficio para las comunidades es una traba porque los proyectos se paran y no llega casi ningún inversionista" concluyó Garzón.