(Especial) Cómo fue el atraco y el botín robado a Patagonia Gold
CAP OESTE ES EL DEBUT DE ASALTOS A MINERAS EN LA ARGENTINA
ACTUALIDAD17 de abril de 2023 CLUBmineroA medida que pasan las horas, se van conociendo detalles de cómo fue el atraco al goldroom de la explotación de plata-oro de Cap Oeste, en el departamento Río Chico, provincia de Santa Cruz
Según pudo saber CLUBminero, a pesar de los secretos que está imponiendo el sumario policial y judicial, no había amanecido en la estepa patagónica cuando en uno o más vehículos llegaron los forajidos que redujeron al personal, desarmado, que cuidaba la bóveda.
Los empleados fueron sorprendidos por sujetos armados y encapuchados que rápidamente los maniataron y vendaron para proceder con tranquilidad al saqueo. Siguiendo las huellas de los vehículos y rastreando posibles comunicaciones, la policía santacruceña intenta dar con líneas de fuga de los maleantes.
+ El inventario de lo robado: 15 barras de 21 kg cada una.
+Son lo que en minería se llama buillon doré. Una aleación, no refinada aún, de plata en su mayor porcentaje.
+ El botín, según los registros de la mina, traducida la plata a oro equivalente significa unas 500 onzas. Como la onza de oro refinado en el mercado global hoy oscila los US$ $2000, por lo tanto estaríamos hablando de US$ 1.000.000.
Como es lógico, la pesquisa se está orientando a los informantes imprescindibles para dar este golpe eficaz. Y al camino de la reducción que pueden emprender los ladrones. Se presume que en esa escala la plata es más fácil de comerciar que el oro.
En 2019, el goldroom de Cap Oeste fue objeto de un robo y se descubrió que había sido perpetrado por dos empleados infieles.
Más detalles: La planta de beneficio de metal de Cap Oeste es una extracción residual de las pilas de lixiviación. Toda vez que el yacimiento está agotado, lo mismo que el cercano Lomada de Leiva que también procesó allí sus leyes de oro y plata hasta agotar el stock.
Estas dos eran las últimas faenas activas que le fueron quedando a Patagonia Gold, compañía que es una mosca blanca en la minería de la Argentina porque su accionista mayoritario es la familia nativa Miguens. Antes de la pandemia, la minera dejó de listar sus acciones en la bolsa de Londres y migró a la bolsa de Toronto.
Otro yacimiento de Patagonia Gold, COSE, fue permutado a Pan American Silver, por el proyecto Calcatreu, en Río Negro. Con las pilas de mineral de COSE, la reciente compradora de Yamana Gold, estiró la vida útil de Manantial Espejo, la mina gregorense que en estos días confirmó su cierre definitivo.
Es frecuente en la geografía del Macizo del Deseado, un territorio de abundantes recursos de oro y plata, este tipo de faenas de no muy larga vida, pero de alta ley y bajo costo de extracción. En esta generosa geología, Patagonia Gold tiene concedidas más de 200.000 has en áreas mineras con distintos grados de exploración como El Tranquilo, Mina Angela y La Valenciana, entre otros.
Patagonia Gold, con la producción languideciente de la planta hoy robada, se está quedando sin operaciones en la actualidad. Pero la empresa viene publicando a los mercados la madurez de su rosario de proyectos patagónicos, entre ellos la fase subterránea de Cap Oeste, faenas cuyos permisos deben resolver las autoridades provinciales.
Las barras de metal robadas en el asalto comando eran la cosecha de un tramo reciente. Hacía dos meses había sido el último embarque y el stock estaba aguardando el traslado al aeropuerto de Comodoro Rivadavia por donde sale también la producción de otras mineras rumbo a Buenos Aires, como escala de su exportación.
GRAN IMPACTO
La noticia ha causado gran impacto en la minería argentina, porque es el debut en el país de hechos delictivos que se vienen sucediendo en América Latina, al compás del auge del narcotráfico y el dominio territorial de grupos paramilitares y guerrilleros. Como los carteles de Jalisco, Sinaloa y otros en México, el Clan del Golfo en Colombia y el venezolano Tren de Aragua que ha extendido sus redes a Ecuador, Perú y Chile. En este último país, con inseguridad en espiral, se vienen registrando espectaculares asaltos a trenes y puertos con robos de voluminosos de stocks de cobre.
Desde principios del siglo pasado en los tiempos de Butch Cassidy y Sundance Kid, los bandoleros del Far West americano que asolaron a las mineras pero que en suelo argentino fueron más hacendados que asaltantes, no hubo aquí ataques a la minería.
La última vez que se recuerda la pérdida de un bullion doré en la Patagonia fue en el rocambolesco episodio del naufragio del Polar Mist. Un pequeño pesquero fletado por varias mineras para exportar oro vía Chile y poder cobrar así un 5% de reintegro a los puertos patagónicos. Un beneficio que ya no existe.
En su viaje inagural, el pesquero reconvertido en carguero capotó por la borrasca y quedaron en el la bodega hundida 200 lingotes. Las crónicas de la época recuerdan que los buzos tácticos de la Prefectura Naval pudieron rescatar 199. Hay uno que misteriosamente habría quedado inubicable en el lodo.
El robo de hoy es de otro tenor y mientras la investigación trata de dar con los ladrones, la Cámara Minera de Santa Cruz (CAMICRUZ) tiene en la inseguridad otro tema por el cual preocuparse.
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