"Profunda preocupación” en Salta por el fin del reintegro al litio. Such y Jerez:
NACIÓN BAJA EL SISTEMA DE REINTEGRO A LAS EXPORTACIONES DE ESE MINERAL QUE SE PRODUCE EN LA PUNA. DESDE LA CÁMARA DE MINERÍA DE SALTA MANIFESTARON REPUDIO.
MINERÍA18 de enero de 2023 ELTRiBUNO/CLUBmineroBajo el argumento de que el precio del litio en el mercado internacional tuvo un incremento “exponencial”, el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, decidió dar de baja al sistema de reintegros que regía para las empresas mineras radicadas en la Puna que exportan ese mineral. Desde la Cámara de la Minería de Salta manifestaron una “profunda preocupación” por la medida.
La eliminación del beneficio, que en rigor afecta hasta ahora a las dos únicas mineras del país que producen carbonato de litio en Catamarca y Jujuy, la Nación dejó sin efecto el reintegro por las retenciones aduaneras que se aplican a las exportaciones de litio que son del 4,5% sobre el total vendido. Las devoluciones de ese impuesto llegaban al 2,5%.
En Salta la resolución impacta directamente, en principio, sobre los tres proyectos de litio que están en construcción en la Puna y que tienen previsto iniciar sus fases de producción entre 2024 y 2025. Esas minas (Centenarios Ratones, Mariana y Sal de Oro) tienen el potencial de ubicar a la provincia como uno de los primeros distritos productores de litio del mundo y multiplicar las exportaciones anuales de ese mineral del país, que el año pasado representó más de US$700 millones, a US$6.000 millones.
Hay que tener en cuenta que poner en marcha esos proyectos requieren inversiones millonarias, que se esperan recuperar en el largo plazo. Son inversiones de riesgo, que la normativa eliminada contemplaba para, justamente, atraerlas.
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“Es una medida más que va en desmedro de la previsibilidad y la estabilidad fiscal tan necesarias para la inversión minera”, dijo a El Tribuno la vicepresidenta de la Cámara de la Minería de Salta, Fernanda Fraga.
“Este reintegro tenía por objetivo subsanar los costos relacionados con la falta de infraestructura, a fin de fomentar la inversión en regiones como la Puna. Esas condiciones no cambiaron en todo este tiempo, a pesar de lo cual la industria del litio siguió recibiendo fondos de empresas que invierten en el país, en su gente y sus comunidades”, agregó la representante empresarial.
DEBATE
DE ESTRATÉGICOS Y ESTRATEGAS
¿Qué hacer con nuestro Litio?
Un aporte a la reflexión por Tay Such y Daniel Gonzalo Jerez*
“Desde las políticas públicas, las mayores barreras que puede tener un país para el desarrollo minero son la incertidumbre jurídica y la inestabilidad y falta de competitividad tributarias”.
La minería es una actividad que requiere largos períodos de inversión para la búsqueda, exploración y evaluación de los recursos y su puesta en valor, hablamos de 10 a 20 años con viento a favor. Pero, además, mientras ello transcurre, se requiere un mercado que se mantenga favorable para que la evaluación técnica económica no tenga grandes fluctuaciones y modificaciones y que se pueda llegar a obtener un margen positivo para quienes invierten decidan inmovilizar un altísimo capital que requiere la construcción y puesta en marcha del proyecto (ya tenemos el ejemplo de paralización en la construcción del proyecto Potasio Río Colorado por caída de precios entre otros factores). En Litio hablamos de inversiones que rondan entre 300 y 1.000 millones de dólares para poner en marcha 1 sólo proyecto, con aproximadamente 2 a 3 años de construcción, a lo que debe sumarse el tiempo que requiere la curva de aprendizaje y de maduración en el conocimiento de la dinámica de los salares y las salmueras, para poder empezar a producir litio a escala industrial y a la capacidad proyectada y obtener una rentabilidad acorde a los riesgos de estos emprendimientos
No hay discusiones en que El Litio “en este momento” es un recurso estratégico para la transición energética y la descarbonización del planeta y “en este momento” también es un “recurso estratégico para el desarrollo socio económico de nuestro país”, para el desarrollo de las economías regionales y locales tan postergadas en nuestros territorios argentinos. En un país donde el índice de pobreza ronda el 50% (y más alta en ciertos territorios) nos urge “Ser Estratégicos” y poder poner en valor estos recursos lo antes posible.
Los avances tecnológicos en la extracción del litio pueden sorprendernos en no mucho tiempo y el alza de precios tan exponencial de los últimos meses, también conduce al mercado a buscar sustitutos. Esperemos que Argentina no pierda la ventana de oportunidad que el mercado nos está brindando para ser un país competitivo y atractivo para las inversiones.
Pero si a la incertidumbre que genera la economía global y a las desventajas que presenta nuestro país hoy en materia de infraestructura, restricciones cambiarias y de importaciones, alta y regresiva carga tributaria, se le añade “la incertidumbre jurídica”, probablemente estaríamos configurando un cuadro crónico de déficit de competitividad que desalentará la inversión minera no sólo en el litio sino en todos nuestros recursos.
Por el contrario, si hacemos los proyectos mineros lo suficientemente competitivos, generando confianza en las reglas del negocio minero para el inversor, aumentaremos los volúmenes de exploración, extracción y reinversión minera en la Argentina brindando oportunidades para miles de argentinos que hoy necesitan un empleo formal y digno como el que ofrece la minería.
Aquí la palabra “Estratégico” nos parece relevante:
Necesitamos un País Estratégico que genere un “horizonte estable en materia jurídica y competitivo en materia tributaria” (estructura impositiva progresiva).
Es “Estratégico poner en marcha este motor de desarrollo” y “aporte de divisas”, no olvidemos que en términos de divisas que tanto necesita Argentina, “la balanza comercial y el balance cambiario en la industria minera argentina han sido siempre superavitarios”, esto quiere decir que aporta más divisas de las que salen del país, y esta es una cualidad que muy pocos sectores de nuestra economía poseen.
“Es Estratégico” poner en valor nuestros recursos y motivar la inversión extranjera (o nacional) directa que no sólo aporta divisas sino que genera valor agregado a través de políticas y programas de RSE que aportan y traen minería moderna, segura, con controles y programas de desarrollo productivo paralelo, capacitaciones en temas de salud, educación y formación de proveedores, obras de infraestructura en servicios, luz, gas, agua, hospitales, escuelas y otros, que muy pocas veces se visibilizan y que aportan en forma invaluable crecimiento y calidad de vida en las zonas más postergadas donde sucede nuestra actividad minera.
“Es Estratégico” poner en marcha una industria que no sólo deja el 80% del valor económico generado en los países anfitriones, sino que además tiene, con hidrocarburos, el más alto índice de formalidad de empleo y los más altos salarios a nivel nacional.
Depende de los argentinos convertir los riesgos en oportunidades y alentar mayores inversiones en la minería, aprovechando así los beneficios tangibles e intangibles que produce en las comunidades donde operan, al mejorar su calidad de vida en cuanto a salud, educación, acceso a infraestructura y generación de empleo.
Nos URGE “SER ESTRATÉGICOS” para que en esos territorios tan olvidados y postergados donde se ubican nuestros “potenciales” recursos.. se deje de hablar de potencialidad y pueda materializarse “que la migración sea una elección y no sea una necesidad de subsistencia”.
* Geólogos
Autores: Tay Such y Daniel Gonzalo Jerez
Durante los dos últimos años el precio del carbonato de litio grado batería subió de alrededor de US$7.000 la tonelada a US$80.545 en diciembre pasado, según el último relevamiento de la Secretaría de Minería de Nación. El salto espectacular del precio fue motivado por una aceleración en el cambio de uso energético al que se dirige el mundo, impulsado por el avance del negocio de la electromovilidad, donde las baterías de litio son claves, y también por la guerra en Ucrania, que puso en alerta a los grandes capitales sobre la dependencia del petróleo como principal fuente de energía.
“Este último año las condiciones del mercado del litio fueron favorables, pero es importante recordar que solo dos empresas producen en Argentina. Goldman Sachs, sin embargo, pronosticó una baja del precio del mineral.
Es por la volatilidad de los ciclos mineros y la mirada largoplacista de las inversiones que el Estado decidió fomentar la actividad con beneficios como la estabilidad fiscal”, dijo Fraga al respecto.
Los beneficios en cuanto a la producción de litio regían por una norma sancionada en 1993, que también comprende a todos los productos de la minería de la Puna Argentina. Su objetivo era incentivar la actividad en una región estructuralmente en desventaja con los grandes centros urbanos. “Esta situación al ser irreversible hace que sus costos de insumos, bienes de capital, infraestructura, transporte, energía y servicios, deban pagar proporcionalmente mayores valores de componentes impositivos”, señalaba la resolución recientemente modificada.