Fortescue x 2: GH2 y producción ovina, enfocada en el litio


Fortescue impulsará el desarrollo del proyecto de Hidrógeno Verde en Río Negro y para ello necesita energía limpia que saldrá de una fuerte inversión en parques eólicos en Río Negro y en Chubut, donde invirtió ya en la compra de campos para instalar los molinos en una zona comprendida desde Arroyo Verde siguiendo las líneas de media y alta tensión hasta la zona de Uzcudum.

La compañía adquirió al menos unos quince campos. Así se desprende del dato brindado por la Federación de Sociedades Rurales y, en particular, la entidad trelewense, donde se recibieron planteos de productores preocupados por todavía rige un decreto que se firmó en el gobierno de Mauricio Macri que fijó que ante la compra de tierras por parte de inversores extranjeros destinado al desarrollo de energía, no puede convivir con otra actividad productiva, y en el caso de Chubut con la actividad ovina.
Si bien los campos que fueron vendidos estaban sin producción ovina, cerrados, o con una mínima presencia de ganado, el temor de los productores vecinos era el avance de los depredadores, los robos en inmuebles y el abigeato.
Desde la Federación Rural se destacó siempre la actitud de la empresa que "no tiene inconveniente" en que convivan ambas actividades económicas, pero el limitante era el decreto, el cual no fue modificado, más allá de la promesa. Todavía no se trató ni siquiera se avanzó en una nueva normativa de hidrógeno que contemplaría, precisamente, la posibilidad de el uso del suelo para la producción ganadera y el espacio aéreo para la energía eólica.
Cambio de modalidad
El presidente de la Sociedad Rural del Valle Inferior del Río Chubut, Ricardo Irianni, conversó con El Chubut Digital y aseguró que desde el mes de febrero a la fecha, mantuvieron reuniones con los representantes de la empresa australiana. En aquel momento expresaron su preocupación por el impacto que generaba el decreto nacional para promover inversiones extranjeras pero que limitaba el uso del campo a esa sola actividad económica, obligando a sacar a los animales y desmantelar los campos.
A la fecha ya se registraron unas cinco reuniones en la sede de la Sociedad Rural, y precisó que la empresa "encontró una modalidad de alquiler por 70 años en el cual el dueño del campo sigue con su actividad y Fortescue australiana alquila la parte aérea".
Se mantiene la producción
Este giro sobre la situación de los campos y la necesidad de expansión de Fortescue, que para Irianni es positivo, permite que los campos mantengan la presencia de animales y, además de todo el impacto citado anteriormente, evitar que se genere un retroceso en el volumen de cabezas de ganado de la provincia del Chubut, la cual es la principal productora de lana ovina en el país.
Según Irianni, les habrían informado que ya se habrían alquilado el espacio aéreo de dos campos y se sumarían más, hasta tanto no se solucione la cuestión normativa nacional. "Tengo entendido que se siguen haciendo operaciones para poner los parques eólicos en Chubut y hay dos operaciones que se hicieron con esta modalidad -de alquiler-", indicó Irianni.
Fuerte inversión
La empresa australiana solo se instalará en Chubut para la realización de parques eólicos que generen energía para la planta que estará ubicada Sierra Grande, Río Negro. Se habla de una inversión de US$ 8.400 M en siete años para todo el proyecto pero que contemplarían, al menos, unos 1000 aerogeneradores en la provincia de Chubut.
Para ello adquirió 15 campos y alquiló, por lo menos, dos espacios aéreos y no se descarta que se sumen más. Fortescue tendría una superficie de unas 300 mil hectáreas para desarrollar energía limpia. Y como primera medida, en breve comenzarían a instalar torres de medición.
¿Qué es el hidrógeno verde?
Esta tecnología se basa en la generación de hidrógeno —un combustible universal, ligero y muy reactivo— a través de un proceso químico conocido como electrólisis. Este método utiliza la corriente eléctrica para separar el hidrógeno del oxígeno que hay en el agua, por lo que, si esa electricidad se obtiene de fuentes renovables, produciremos energía sin emitir dióxido de carbono a la atmósfera.
Este gas se ha empleado como combustible desde principios del siglo XIX para coches, dirigibles y naves espaciales. La descarbonización de la economía mundial, un proceso inaplazable, le otorgará más protagonismo y, si su producción se abarata un 50 % para 2030 tal y como vaticina el Consejo Mundial del Hidrógeno, estaremos sin duda ante uno de los combustibles del futuro.
