DIONISIO J. GARZÓN
CONTEXTO
El cambio de siglo en el país comenzó en un clima político de profunda crisis que desembocó en el cambio de la estructura republicana para dar paso al Estado Plurinacional en 2006; sin ánimo de calificar este fenómeno, la crisis trajo aparejado el declive de un “boom” de exploración minera que en una década había definido un portafolio de proyectos de exploración con la llegada de más de cincuenta empresas de exploración, conocidas como “Juniors”. Del portafolio de una veintena de proyectos[i], cinco pasaron a ser nuevas minas (San Cristóbal, San Bartolomé, Don Mario, Khory Chaca y Amayapampa). Esto generó un significativo cambio en la escala de producción minera del país a partir de 2007 que triplicó la producción anual de zinc, duplicó la de plata y cuadruplicó la de plomo[ii]. Esto fue el mejor ejemplo de impacto económico para el país, ampliando el portafolio de nuevas minas producto de la exploración minera.
EL CAMBIO POLÍTICO
La consolidación del Estado Plurinacional supuso un vació de actividad exploratoria, el cambio paralizó el esfuerzo en espera de la nueva legislación (Constitución Política del Estado de 7 de febrero de 2009 y Ley Sectorial de Minería y Metalurgia 535 de 28 de mayo de 2014), para dar los primeros atisbos de reactivación por empresas que tenían intereses en el país y de algunos grupos asiáticos especialmente Chinos cuyo fin primario era la acumulación de información dentro de lo que algunos autores llaman el desembarco chino en América Latina[iii]. La declinación del Súper ciclo de los Commodities en 2012 y algunas estatizaciones de proyectos (v.g. Mallku Khota en 2012, Amayapampa en 2013), tuvieron un efecto negativo en los proyectos de exploración que se tamizaron en aquellos de empresas de mayor soporte económico y las inversiones especulativas que migraron al sector minero aurífero de cooperativas y pequeñas empresas artesanales, dando lugar a un inédito crecimiento de la minería aurífera informal que ya controla un nivel de exportaciones con un valor de más de $US 2500 millones, según datos del INE.
La vuelta al Estado productor que manda la legislación actual supuso la dependencia de la inversión estatal para proyectos y minas de la Corporación Minera de Bolivia; sus operaciones[iv] se centraron en viejos proyectos minero-industriales como Mutún, el litio de los Salares y en la atención de sus distritos activos (Huanuni, Colquiri, Corocoro, Karachipampa, etc.). Los presupuestos anuales de Comibol fluctúan entre $US 4 a 5 millones incluyendo gastos para Amayapampa y Mallku Khota revertidos al Estado y que no tuvieron avances significativos con la estatal minera. Actualmente Amayapampa pasó al control de la minera china Phoenix Mining. El Servicio Nacional de Geología y Técnico de Minas, Sergeomin, tiene presupuestos aún más reducidos y dependientes de la alícuota de 10% del 15% asignado a las gobernaciones del país por concepto de Regalías Mineras para los departamentos productores. En la década 2006-2015 Sergeomin invirtió solo $US 6,2 millones según datos institucionales. Entonces, está claro que estas instituciones no tienen capacidad ni empoderamiento para manejar la exploración minera con solvencia, sin la participación del capital privado en aquellas áreas donde los intereses del Estado y de las empresas coinciden. Eso es lo que se está observando en el último tiempo con los contratos de asociación y de operación que viabilizan la generación de proyectos para reemplazar al portafolio de la estatal minera y puede ser una alternativa para la intención manifiesta de encarar la exploración de metales tecnológicos y tierras raras en todo el país y de manera especial en áreas potenciales del Escudo Precámbrico en las tierras bajas del país (v.g. Rincón del Tigre, Cerro Manomó, Pegmatitas, etc.)
LOS NUEVOS EXPLORADORES
Algunos grupos, “capearon” el cambio político con un acentuado “low profile” y pudieron sentar presencia lentamente mientras las relaciones Estado-operadores se adecuaban a las nuevas reglas de juego. Entre los grupos importantes Glencore Internacional AG., que nació en 1974 de la Suiza Marc Rich, maneja sus intereses en Bolivia bajo el control de minera Sinchy Huayra S.A., en las minas Reserva, Tres Amigos, Colquechaquita, Don Diego, Soracaya y San Lucas de la ex Compañía Minera del Sur, Comsur y con minera Illapa S.A., en el 45% de un JV con Comibol en las minas Porco y Bolívar. Glencore transfirió sus acciones en Bolivia y otros países a Santa Cruz Silver Mining Sucs. Holdings en la presente gestión. De las minas en producción San Cristóbal tiene un proyecto de óxidos con una inversión de $US 300 millones y Empresa Minera Paititi pretende extender la vida útil de la mina Don Mario con un proyecto similar de óxidos.
De las nuevas exploradoras, New Pacific Metals y su subsidiaria en Bolivia Minera Alcira S.A., pueden calificarse como los actores principales operando las áreas Silver Sand, Silver Strike y Carangas en los departamentos de Potosí, La Paz y Oruro respectivamente, tiene resultados muy buenos en plata, oro y metales base y una perspectiva económica muy interesante. La nacional Minera Manquiri opera un interesante portafolio de proyectos de metales base en roca y residuos en superficie en áreas de COMIBOL (Asiento, Tatasi-Portugalete) y otros en áreas nuevas (Cachi Laguna). Andean Precious Metals opera el proyecto aurífero San Pablo en el prolífico Cinturón de oro orogénico del sureste del departamento de Potosí; completó un exitoso programa de perforaciones a diamantina. Mantaro Precious Metals opera su proyecto Golden Hill en el cinturón Precámbrico de esquistos verdes al sur de la mina de oro Puquio Norte explotada hasta los años 90 y un grupo nuevo explora un proyecto aurífero cercano a la ciudad de Tupiza en el sudoeste del país.
Como toda crisis genera oportunidades, después de la transición hubo una actividad más notoria de exploración en áreas potenciales y en zonas de reserva fiscal mediante contratos de operación con la estatal minera. Desde 2017 New Pacific Metals y su contraparte nacional Minera Alcira mostraron una actividad frenética aún antes y durante la pandemia; su proyecto Silver Sand en el área de Machacamarca, provincia Cornelio Saavedra del departamento de Potosí, fue un descubrimiento de mineralización de plata, plomo y zinc, diseminada y vetiforme, que puede soportar según los resultados una operación a cielo abierto con un tratamiento metalúrgico de cinco millones de toneladas anuales de roca mineralizada para obtener 14,5 millones de onzas de plata anuales. La inversión estimada es de $US 200 millones. Este descubrimiento generó lo que llamo Efecto Silver Sand porque generó aceleración en algunos proyectos que estaban en espera y en otros de muy bajo perfil. Los proyectos Silver Strike en la provincias José Manuel Pando y Pacajes del departamento de La Paz y Carangas en la provincia homónima del departamento de Oruro se aceleraron y también el nivel de exposición de la empresa creció notablemente por tratarse de áreas sub exploradas previamente, con mineralización de plata expuesta en superficie y con un potencial muy grande en profundidad. Silver Strike está en un distrito tradicionalmente minero desde la Colonia con exposición de vetas superficiales con mineralización de cobre y de plata cornea (Clorargirita o Cerargerita, un haluro de la zona de oxidación de minas de plata) que fue explotada desde tiempos pre-Coloniales. La tradición oral de los pobladores de Berenguela de Pacajes asegura que la mina Choquepiña fue la primera que los españoles explotaron en su paso hacia el sur.[v] El potencial de la zona está fuera de dudas, los resultados de más de 98.000 metros de perforación, así lo confirman.
Carangas, tradicional prospecto de plata y metales base, junto a Todos Santos son expresión distal de un metalotecto de mineralización epitermal de oro, plata y metales base del norte chileno. La exploración actual de New Pacific (40.000 metros de perforación en curso) tiene resultados muy interesantes, una lista de 35 pozos permite apreciar intersecciones que delimitan ya un área extensa con mineralización de gran volumen. Me llamó la atención entre estos, un pozo con un intervalo de 595,7 metros con 1,25 gr/ton de oro y un intervalo de 10,25 metros con 1.213 gr/ton de plata.[vi]
Mantaro Precious Metals está explorando su proyecto Golden Hill en la Faja de Esquistos verdes del Escudo Precámbrico, ubicado al sur de la Mina Puquío Norte explotada entre 1997 y 2003 y que produjo más de 300.000 onzas de oro de estructuras de cizalla y de suelos sapropélicos. Golden Hill tiene cuatro zonas con este tipo de mineralización de alta ley (Gaby, Escarcha, Garrapatilla y Brownfields), el programa de perforación preliminar en Escarcha, ya tiene intercepciones muy importantes, una de 13,5 metros con 7,1 gr/ton de oro y otra de 2,6 metros con 17 gr/ton (mantaropreciousmetals.com/projects/goldenhill). La mineralización se prolonga por cuatro kilómetros y en profundidad, por lo que se ve en los trabajos antiguos.
Como ocurre en estos casos este comportamiento podría desembocar en un “boom” de exploraciones si se dan las condiciones adecuadas en el corto plazo.
PERSPECTIVA
La inversión estatal y pública no puede generar proyectos de este tipo, Se ha escrito mucho sobre el tema, hay puntos de vista contradictorios, pero se coincide en que tal como están las cosas, no se tiene una proyección viable para la atracción de inversiones. Personalmente he sugerido soluciones[vii]; que pueden resumirse en lo siguiente:
Volver al sistema de concesiones. La Ley 535 elimina el concepto de Concesión Minera de la anterior Ley sectorial (Ley 1777 Art. 4) y la reemplaza con el concepto de Contrato Administrativo (Art. 131). No hay derecho minero, solo un contrato de operación con el Estado.
Revisar los principios de la Ley 535: Art. 5, a) Función económica social b) Interés económico social c) Intransferibilidad e intransmisibilidad del área minera d) Seguridad jurídica y e) Responsabilidad social. Estos, limitan el accionar de operadores y son en la práctica obligaciones tácitas que elevan los costos operativos.
Revisar y reglamentar el Art. 19 de la Ley sobre el derecho de los pueblos indígena originario campesinos a la coparticipación de beneficios de la explotación minera, conforme al régimen de regalías y sin perjuicio de medidas de compensación derivadas del régimen de consulta previa (Art. 207 y siguientes). Muchos beneficios, ninguna obligación.
La coparticipación del 55% de la utilidad operativa para la Corporación Minera de Bolivia en proyectos en áreas fiscales, es desde el punto de vista pragmático un costo adicional que disminuye la rentabilidad de cualquier emprendimiento. Debería considerarse la utilidad final para reducir el impacto.
El Art. 98 prohíbe la anotación de derechos mineros en instituciones financieras con fines de garantía. Solo se puede utilizar la información de los proyectos u operaciones para este fin. Se debería abrir una alternativa si se quiere incentivar la inversión privada nacional y/o extranjera.
*Ingeniero geólogo, ex Ministro de Minería y metalurgia, de Bolivia.
[i] Detalle de este portafolio en “Mito y realidad del potencial minero de Bolivia”, Garzón D. 2006: Memorias del XVII Congreso geológico boliviano, Separata “Puntos…de vista”. Sucre-Bolivia 2006.
[ii] Datos del “Dossier, Estadísticas del sector minero metalúrgico 1980-2020” del Ministerio de Minería y Metalurgia.
[iii] D. Agramont y Bonifaz G. 2018, El desembarco Chino en América Latina y su manifestación en Bolivia. Plural Editores, La Paz, Bolivia. Fundación Friedrich Ebert Stiftung (FES), La Paz Bolivia.
[iv] Datos del “Dossier, Estadísticas del sector minero metalúrgico 1980-2020” del Ministerio de Minería y Metalurgia.
[v] Las minas Choquepiña, Jockolluni, Atahuallpa, Manco Kapac, Pacokahua y San Luis, ya son citadas por Alonso Barba en su Naturalis (1637).
[vi] Detalle en Press Reléase del 17.05.22.[vii] “Alcances, aplicación y efectos de la nueva Ley Minería”, seminario especializado organizado por “Jorge Nava & Cia”, La Paz 2014.8 Garzon D. 2021. Ley Sectorial 535, “Camisa de fuerza” para nuevas inversiones. Conferencia en el Colegio de Geólogos de Bolivia. La Paz, Junio de 2021. Entre otras.