Lavandaio: El cobre, entre San Juan y Mendoza

 Historias de cuando Guaymallén y Malargüe procesaban cobre.
 
  

EDDY LAVANDAIO*

Después de muchos años de haberse mudado a otra provincia, volvió la feria Argentina Mining con singular éxito. Entre otras cosas sirvió para mostrar el gran cambio ocurrido a nivel político y la decisión del actual gobierno y de la mayoría de los legisladores de apoyar el desarrollo de proyectos mineros metalíferos y dejar atrás toda una larga etapa de "antiminería improductiva" que solo sirvió para mostrar el progreso de provincias vecinas por encima de la nuestra.

Debemos valorar el cambio de actitudes y de políticas provinciales como así también el entusiasmo que ponen las autoridades para promover las actividades mineras. Esperemos que el rumbo ahora adoptado tenga la necesaria y suficiente continuidad para sigan quitando algunas piedras que todavía quedan en el camino y se logre la llegada de las grandes inversiones que el potencial geológico minero de Mendoza necesita.

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En relación con esas piedras deseamos hacer algunas reflexiones que creemos oportunas.

 Poco tiempo atrás recordábamos que en la segunda mitad del siglo XIX y hasta principios del XX la Argentina produjo y exportó mineral de cobre (concentrados y productos de fundición) principalmente desde las provincias de Catamarca y La Rioja.

El mayor auge de la producción y exportación de cobre, en forma de concentrados, se dio entre 1997 y 2018 desde la mina Bajo de la Alumbrera, en Catamarca.

Mendoza también produjo cobre. Suele mencionarse que minas cercanas a Uspallata aportaron alguna cantidad de cobre a las fundiciones encargadas de proveer el equipamiento y las armas del Ejército Libertador (1817). Mucho tiempo después, a principios del siglo XX, desde la Cordillera Malargüina se produjeron y exportaron a Chile minerales de cobre concentrados mediante selección manual.

Recordemos también que, en las décadas de 1960 y 1970, hubo explotaciones encabezadas por la Comisión Nacional de Energía Atómica en Malargüe y por Electroquímica Mendocina S. A., en Las Heras y Tupungato.

En Malargüe, la misma planta que trataba el mineral procedente de la mina Huemul y de otras cercanas para producir el concentrado de uranio (Torta amarilla) tenía otro circuito que procesaba el mineral de cobre asociado para producir "cobre cemento".

En Guaymallén, la empresa Electroquímica Mendocina procesaba minerales de cobre procedentes de la mina Salamanca y de otras vecinas, en Tupungato, y de la mina Mantos de Cobre en Las Heras. Esta firma también producía "cobre cemento" pero además construyó celdas electrolíticas y a una escala que podemos considerar experimental obtuvo los primeros cátodos de cobre de alta pureza. Cabe agregar que el "cobre cemento" se usaba para fabricar sulfato de cobre, un insumo muy utilizado en agricultura y en otras industrias.

En ambos establecimientos la planta comenzaba el procesamiento hidrometalúrgico disolviendo el mineral de cobre con agua y ácido sulfúrico.

Este año, no hace mucho tiempo, se dio a conocer la aprobación del proyecto cuprifero sanjuanino Los Azules en el marco del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI).

Vale la pena destacarlo porque el proyecto Los Azules está diseñado para ejecutar una primera fase utilizando un método hidrometalúrgico que disuelve el cobre con agua y ácido sulfúrico para obtener cátodos de cobre de alta pureza en circuitos posteriores que culminan con una electrólisis.

Nótese que, desde que Malargüe y Guaymallén produjeron cobre, han pasado 60 años y sin embargo el insumo que se utiliza para disolver el cobre es el mismo: ácido sulfúrico. Y no puede ser de otra manera porque hace más de cien años que se lo usa en todo el mundo para ese tipo de tecnología y no tenemos conocimiento de que haya habido accidentes ambientales provocados por esos circuitos.

En Mendoza se llevaron a cabo dos estudios de prefactibilidad para la producción de cátodos de cobre de alta pureza (Fluor Daniel Wrhigt Ltd. en 1997) y Ausenco Canadá Inc. en 2008) en Uspallata. Sin embargo, nuestros políticos decidieron que eso no se pudiera llevar a cabo.

Sobre esa decisión debemos explicar que, a partir del año 2005, con la sanción de la ley Nº 7.422 hecha con el único objetivo de impedir la exploración de un yacimiento de cobre en el arroyo Papagayos (objetivo cobardemente ocultado en el texto de la Ley), la mayoría de los políticos de la Provincia se pusieron el traje de "antimineros" y trabajaron para eliminar definitivamente el entusiasmo por invertir en la minería metalífera.

A través de varios intentos, llegaron a culminar su obra con la sanción de una Ley que, por fin, lograba echar de la provincia a todos los posibles inversores en el sector minero. Es la Ley Nº 7.722, una norma que calificamos como un flagrante acto de discriminación y que, aparentemente, tuvo la ratificación de la Corte Suprema de Justicia.

Entre los varios obstáculos perversamente incluidos en esa Ley, está la prohibición del uso del ácido sulfúrico exclusivamente para la actividad minera. Eso significa que cualquier ciudadano inscripto en la Ley Nacional Nº 26.045 (Registro Nacional de Precursores Químicos) puede usar ácido sulfúrico pero los mineros de Mendoza no.

Aparte del evidente carácter discriminatorio, esa prohibición no tuvo ninguna clase de antecedente válido que la justifique. El ácido sulfúrico se usó en minería por décadas y esa minería nunca provocó ningún daño ambiental.

Ante esa realidad es insólito que todavía se oigan voces de algunos políticos que dicen que sancionaron la Ley "para cuidar el agua". Que se hayan hecho grandes inversiones en otras provincias y ninguna en Mendoza está mostrando con toda claridad cuál era el verdadero objetivo de la mencionada Ley.

En ese marco de medidas tomadas a propósito por políticos enrolados en un supuesto ambientalismo y opuestos al desarrollo económico y social, se perdió la oportunidad de producir cátodos de cobre de alta pureza en Mendoza, desde por lo menos diez años atrás.

Por todas estas consideraciones es que destacamos la aprobación del proyecto Los Azules de San Juan porque cuando comiencen a producir su cobre de alta pureza solo nos quedará la opción de envidiarlos.

* Geólogo. Matrícula COPIG 2774A. Miembro de la Asociación Geológica de Mendoza.