






“Te conozco poco, pero creo que te va muy bien”
Algunos resultados de la encuesta nacional
sobre minería: entre el desconocimiento
y la expectativa de los argentinos.
En la encuesta nacional sobre minería realizada por Poliarquía en marzo pasado se confirmó una vez más el buen momento por el que transcurre esta industria en la opinión pública nacional.
Al respecto, sigue habiendo interés de la población por las noticias relacionadas con el sector, prevalece una imagen que hoy en día puede calificarse como aceptable y se nota una mayor tolerancia de la industria entre la población general. Esto al menos en comparación con el escenario de hace unos pocos años atrás. De hecho, hoy un 60% de los argentinos dice estar a favor del desarrollo de la actividad minera en el país.
En esa misma línea, se mantiene la opinión mayoritaria (53%) que afirma que el gobierno nacional debe dar más apoyo a la actividad minera, aun cuando —según el estudio— sigue prevaleciendo la preocupación por el impacto sobre el ambiente o se mantengan las dudas sobre el poco control de los gobiernos provinciales sobre la industria. Son aprensiones que, es cierto, varían según las provincias, pero que en la mayoría de los de casos conviven con la expectación e interés de la población.
Parece una contradicción, pero en realidad esto es así porque en la cabeza de la gente ambiente y control se mueven por carriles distintos. De manera que interés, aprobación y expectativa podrían resumir hoy la mirada del público general sobre la minería a lo largo y ancho del país. Se trata de una mirada más interesada que no necesariamente incluye el interés en los detalles que hoy hacen posible el progreso o el impulso de la minería. Aspectos como las inversiones, la exploración o los permisos para operar son cuestiones invisibles y alejadas para la mayoría de la población. Nadie quiere saber sobre los esfuerzos de la minería, aunque la mayoría espera los buenos resultados.
Así, mientras los argentinos se muestran cautivados por la minería, más del 70% sigue admitiendo sin rubor que sabe “poco o nada” de esta actividad. Es un porcentaje de bajo conocimiento sobre la minería que se vienen repitiendo desde hace más de una década y que, según hemos comprobado, se repite ampliamente entre los sectores de la dirigencia política. Se sigue creyendo que la minería paga menos impuestos o consume más agua que otros sectores productivos.
Pero hay que decir que la aprobación y la expectativa en la minería crecieron casi exponencialmente luego de la irrupción en la opinión pública del litio y más recientemente el cobre. Esto especialmente tras los años posteriores al fin de la pandemia. De esta manera, en marzo del 2025, un 85% de la población está al tanto de que en el país hay producción de litio y un 68% se muestra a favor de su producción. Por su parte, un 69% de los argentinos sabe que en el país hay yacimientos o minas de cobre y un 73% ofrece su aprobación para su eventual producción.
El litio y el cobre se convirtieron en pocos años en los “ventrílocuos” de la minería. En parte porque están en el centro de las expectativas por la llegada de nuevas inversiones, pero también porque el común de los ciudadanos los asocia con la transición energética, la fabricación de baterías, la electromovilidad o Tesla. De hecho, muchos creen que en el país ya se está produciendo cobre y, por otro lado, desconocen que las exportaciones de oro alimentan buena parte de los ingresos provenientes del sector. Por cierto, no se sabe o no se entiende la influencia de los precios deprimidos de litio en la actividad.
Este escenario sugiere el arduo trabajo que tendrán empresas y gobiernos provinciales a la hora del management expectations (¿trabajo conjunto?), especialmente cuando, —según lo hemos comprobado en varias encuestas— año tras año crece el localismo o el provincialismo en torno al beneficio de los recursos naturales. En promedio, un 70% de la población en las provincias con actividad minera dice que los beneficios deben ser para ellos. A nivel nacional, este escenario de expectativas y avidez es aún más incierto y, de hecho, generó imágenes o percepciones sobre la minería que no hacen, sino amplificar esa apetencia por el beneficio en conjunción con un mayor desconocimiento de la actividad.
Por ejemplo, en el estudio de marzo último se reitera la opinión de la mayoría de los argentinos en años recientes respecto a que hoy en día a la minería “le va muy bien”. Frente a la pregunta “¿Usted diría que actualmente al sector minero le va muy bien, bien, regular, mal o muy mal?, solamente el 8% opina que al sector le va “mal o muy mal”, mientras una mayoría del 61% asegura que a esta actividad le va “bien” o incluso “muy bien”. ¿Es esto preocupante? En principio sí. Hay poco conocimiento, mucha apetencia y la creencia que a la minería está en el mejor de los mundos.
Al finalizar, para hacer un experimento de moda, le hicimos al ChatGPT, la misma pregunta sobre cómo le va hoy a la minería en el país. Nos respondió en segundos que (sic) “al sector minero no le va mal, pero está lejos de aprovechar todo su potencial. Se encuentra en una etapa de expansión moderada y con buenas perspectivas”. El manual básico de IA sugiere revisar la información porque no siempre es la correcta. Y esto es también cierto para la minería.
*Director de Ambiente y Recursos Naturales de Poliarquía









