¿Qué será de ti querido SEGEMAR?
Por detrás de los festejos del 7-M y las previas de ARminera, continúan los cabildeos en el aparato burocrático de la minería argentina. La motosierra está encendida y más temprano que tarde, si no hay transacciones políticas que lo impidan, habrá novedades en la suerte del Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR).
Son no menos de 20 los entes y organismos que serán reformateados o abolidos por el Estado Nacional. Mal de muchos no es consuelo. Desde que la Casa Rosada se ha fitrado el nuevo ajuste de estructuras en el Estado y días atrás hubo alertas sindicales y anticipados controles de dañoes En clave minera, la cuestión es es qué pasará con el Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR) cuyo reseteo ha sido encomendado desde el think tank de Adolfo Sturzenegger a la Secretaría de Minería de la Nación (SecMIn), quien en el guión inicial deberá concentrar bajo su ala a este y otros organismos.
En los despachos del Ministerio de Economía que habitan Luis Lucero y su staff juran y perjuran que la idea no nació de allí, pero les toca la ingrata tarea de redibujar la "raviolera", el organigrama de quienes se van, quienes quedan y cómo quedan. La directiva desde arriba es acelerar a fondo en esta M&A en la que no se funden y adquieren activos económicos y financieros sino un back ground de mucha historia, estructura federal en la geografía minera y un plantel de empleados y profesionales que está inflado o inflacionado, según los nuevos paradigmas y términos libertarios.
Algunas pistas, entre tantas
+ El Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR), creado en 1996, contiene hasta hoy en su estructura al Instituto de Geología y Recursos Minerales (IGRM) y al Instituto de Tecnología Minera (INTEMIN) y podría fusionarse con el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) con sede central en San Juan, con y otros órganos ¿entre ellos el Instituto Geográfico Nacional (IGN, ex Militar, desde 2009) y el Instituto Nacional del Agua (INA, con sede en Ezeiza, lindero al Centro Atómico) pasarían a la órbita centralizada de la Secretaría de Minería de la Nación.
+ Lo que se discute entre cafés y mates cocidos, en reuniones presenciales e hibridas, mesas de pocos que a y otras ampliadas es el menú de estas reestructuraciones y del DOGE argentino que no abusa de las redes como Elon Musk, sino que transcurre sotto voce pero en modo speed porque en junio vencen las facultades delegadas por el Congreso Nacionalal Poder Ejecutivo y parece difícil que tal gracia vaya a ser prorrogado en tiempos electorales.
+ En todo caso, este golpe de timón no será el primero, y tal vez no el último en la historia del SEGEMAR y los otros entes y siglas mencionados. La reforma del Código de Minería de 1995, inspirada en la pluma de Edmundo Catalano para sustituir al corpus normativo de 1886, fue clave en la modernización de esta industria que no despegaba adormilada a pesar de ser predilecta en los discursos del peronismo y los regímenes militares.
Desde entonces, sobre todo en la dilatada gestión del recordado Jorge Mayoral, hubo viscisitudes curiosas. Aquel secretario había barrido con la autarquía del SEGEMAR y concentrado en su persona la presidencia de este servicio y colocando como delegado al frente de las oficinas de Migueletes al hoy desaparecido Pedro Alcántara.
En toda la etapa kirchnerista y el interregno de Mauricio Macri, el SEGEMAR no dejó de crecer, en plantel profesional y extensión territorial. Las mineras privadas, las provincias mineras y las cámaras empresariales, hasta ahora, no han dicho palabra alguna sobre este recorte que proyecta el gobierno sobre el aparato geológico. Con el cual no tiene una tarea de trabajo en común.
En el ambiente minero se suele criticar el devenir de estos organismos estatales que han devenido en cajas políticas y bolsas de trabajo - por eso es que el gobierno buscaría barrer definitivamente con la Fundación EMPREMIN . Pero por otra parte se festejan los numerosos convenios de cooperación suscriptos por el SEGEMAR con otros servicios geológicos del Exterior.
El SEGEMAR y sus 330 empleados en Buenos Aires, Comodoro Rivadavia, Cordoba, Jujuy, Gral Roca, La Rioja, Catamarca, Mendoza, Salta, San Juan, Tucumán, Río Negro no es lo único que está siendo escaneado, también lo está la SecMin absorbedora, que hoy ronda los 100 integrandes, un plantel que se ha ido reduciendo paulatinamente en este gobierno.